Unos 2.000 migrantes se niegan a abandonar el centro de detención en la frontera para ser repatriados
Las autoridades de Bielorrusia han alertado de que unos 2.000 migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia se niegan a abandonar el centro de acogida para ser repatriados.
La mayoría de migrantes, de procedencia iraquí y siria, han insistido en que su intención es permanecer en la zona con el objetivo de finalmente cruzar la frontera y entrar en la Unión Europea, si bien muchos ven como destino final Alemania.
Muchos de ellos hablan alemán e incluso tienen familias en el país, aunque no han podido obtener los visados necesarios para desplazarse debido, principalmente, a la pandemia de coronavirus.
El jefe del departamento de migración del Ministerio del Interior bielorruso, Alexei Begun, ha explicado que la mayoría insiste en ser aceptado en el bloque comunitario y que ninguno ha solicitado asilo en Bielorrusia. «También rechazan cualquier sugerencia sobre volver a sus países de origen», ha aseverado.
El futuro de los migrantes que se encuentran en esta situación está siendo determinado con la ayuda de organizaciones internacionales, aunque Begun ha admitido que el objetivo es repatriarlos.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha solicitado la apertura de un corredor humanitario precisamente para unos 2.000 migrantes. Sin embargo, Bruselas sigue acusándolo de utilizar deliberadamente a los migrantes como arma política en represalia por las sanciones impuestas contra su Gobierno.
Por otra parte, el Ministerio del Interior ha destacado que unos 118 migrantes sí han decidido abandonar la zona de forma voluntaria y volver a casa, según informaciones de la agencia de noticias BelTA.
«Todos los días tenemos que hacer papeleo para aquellas personas que solicitan a las autoridades bielorrusas ser repatriados. Ayer, 118 personas abandonaron el país en avión», ha detallado Begun, que ha asegurado que dichas gestiones se realizan a diario.
MINSK AYUDA A LA OMS
Este mismo martes, las autoridades bielorrusas han pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tome medidas para garantizar una rápida resolución de la crisis en la frontera.
El vice primer ministro, Igor Petrishenko, ha indicado que la OMS «dentro de su mandato, garantiza la prestación y promoción de la atención médica para los migrantes» y ha afirmado que «en el marco de la agenda de la organización se encuentra facilitar ayuda en situaciones de emergencia».
Según el viceprimer ministro, Bielorrusia, como miembro del Comité Ejecutivo de la OMS, convocará una reunión extraordinaria «para considerar en detalle la información sobre esas acciones desproporcionadas y crueles de Polonia, que no cumplen las normas y principios del Derecho Internacional».