Uno de cada tres niños desplazados por los terremotos de Turquía sigue sin hogar, según Save the Children
Un año después, más de 761.000 personas, entre ellas 205.000 niños y niñas, aún no han regresado a sus casas
En Siria, casi el 90 por ciento de la población necesita ayuda, la cifra más alta desde el inicio de la guerra
La ONG Save the Children ha alertado este lunes de que uno de cada tres niños y niñas que se vieron obligadas a desplazarse a causa de los fuertes terremotos registrados en febrero de 2023 en el sureste de Turquía siguen sin hogar, lo que supone que alrededor de 205.000 menores viven en refugios temporales.
Unas 2,4 millones de personas, entre ellas 660.000 niños, se tuvieron que trasladar en la zona a asentamientos provisionales tras los seísmos, que dejaron unos 56.000 muertos y más de 120.000 heridos en Turquía y Siria.
La organización ha alertado en un comunicado de que a pesar de los intentos de las autoridades turcas de trasladar a la gente a «zonas de alojamiento formal, casi la mitad se encuentran en emplazamientos informales no regulados, a menudo formados por pequeñas tiendas de campaña o contenedores metálicos».
Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 760.964 personas vivían en asentamientos temporales formales e informales en las provincias de Adiyaman, Gaziantep, Hatay, Kahramanmaras y Malatya. Mientras, en Siria, los niños y niñas que sobrevivieron al terremoto se enfrentan «a una crisis económica y a una escalada del conflicto que ha dañado aún más las escuelas y los centros de salud», tal y como ha denunciado la ONG.
Así, ha alertado de que miles de ellos carecen ahora de acceso a refugio y alimentos, y se ha suspendido gran parte de la ayuda del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en las zonas afectadas por el terremoto.
El director de cooperación internacional y acción humanitaria de la organización, Vicente Raimundo, ha matizado no obstante de que la situación de Turquía es diferente a la de Siria: «Turquía tuvo muchos problemas pero ha tenido los recursos y la facilidad para recuperarse en comparación con Siria, donde la situación es mucho peor porque venimos de una guerra civil que no ha terminado».
«Hoy en día tenemos miles de niños en Siria que viven en tiendas de campaña y contenedores, mientras que en Turquía te centras en un regreso paulatino a una cierta normalidad, en Siria no hemos salido de la fase de emergencia. Era un área que ya era totalmente dependiente de la ayuda humanitaria, sobre todo internacional, y en ese contexto sucedió el terremoto», ha explicado.
Raimundo ha indicado a su vez que en Siria «ya había desplazamiento, gente que había perdido sus medios de vida» y ha puntualizado que «en Turquía podemos hablar de que tenemos que replicas las estructuras que facilitaban la vida de estas personas (…) mientras que en Siria apenas hemos conseguido despegar, hemos conseguido sostener estas vidas pero aún queda un gran recorrido».
SECUELAS EN LA INFANCIA
Tras los terremotos, el 85 por ciento de los niños con discapacidad en Siria declararon tener dificultades para relacionarse con sus familias, amistades, profesores y otras personas debido a sus experiencias durante los terremotos. Casi el 70 por ciento de las personas encuestadas por Save the Children en cinco zonas de Siria controladas por el Gobierno informaron de «tristeza» entre los niños y niñas, y alrededor del 30 por ciento señalaron casos de niños con pesadillas y dificultades para dormir.
El informe de evaluación realizado por la ONG muestra que en cuatro zonas de Turquía afectadas por el terremoto, la mitad de los hogares encuestados informaron de cambios en la psicología o el comportamiento de sus hijos tras los seísmos: el 49 por ciento mostraba signos de ansiedad y el 21 por ciento exhibía un comportamiento agresivo.
Asimismo, la ONG estima que cerca del 60 por ciento de las familias que viven en asentamientos formales e informales en Turquía tiene «dificultades para conseguir artículos de higiene básicos». Datos de la ONU apuntan a que los habitantes de uno de cada cuatro barrios en emplazamientos informales afirman no tener acceso suficiente al agua.
Casi 1,5 millones de personas más en Siria necesitan ayuda humanitaria este año, de las cuales el 45 por ciento son niños y niñas. Esto significa que un total de 16,7 millones de personas –casi el 90 por ciento de la población– necesitan ahora ayuda, la cifra más alta desde que comenzó la guerra en Siria hace 13 años.
La ONG ha advertido de que en Siria, muchos niños y niñas han tenido que abandonar sus hogares, a menudo más de una vez. Miles de ellos viven en tiendas de campaña improvisadas y en campos de desplazados, donde «sus padres luchan por proporcionarles alimentos suficientes, agua potable y ropa de abrigo».
Rasha Muhrez, directora de Save the Children en Siria, ha manifestado que «Siria está luchando contra una crisis sobre otra crisis». «El terremoto, el conflicto, la economía… Ahora vemos que hay más gente que nunca necesitada de ayuda. Todavía no hay signos de recuperación. Necesitamos urgentemente más fondos para satisfacer las necesidades de la infancia, pero la financiación por sí sola ya no basta. Año tras año, vemos cómo la situación humanitaria se deteriora hasta nuevos mínimos», ha lamentado.
Por su parte, el director de organización en Turquía, Sasha Ekanayake, ha manifestado que aunque el terremoto «ya no esté en los titulares, sus efectos aún se dejan sentir» en Turquía. «Estamos en el camino de la recuperación, pero la realidad es que uno de cada tres niños afectados por el terremoto sigue atrapado en tiendas de campaña y contenedores diminutos: no es sólo la vivienda lo que ha quedado destruido, es la vida tal y como estos niños la conocían», ha zanjado.