Unión de Uniones lamenta que el plan estratégico del vino para 2022-2027 no refleje la realidad del sector
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha señalado que el plan estratégico del vino presentado por la Interprofesional del Vino (OIVE) no haya contado con el conjunto del sector, ya que no termina de reflejar la realidad del sector, según ha informado en un comunicado.
En concreto, la organización agraria ha lamentado que los numerosos planes estratégicos y libros blancos que el sector ha ido generando en estas últimas décadas «no han dejado de ser un ambicioso catálogo incumplido en un escenario en el que el sector soporta al menos dos campañas con precios de la uva y el vino en origen ruinosos».
Respecto al plan presentado la semana pasada, Unión de Uniones comparte la importancia de reforzar el posicionamiento y la imagen, incrementar el valor a nivel internacional e impulsar el consumo interno.
Asimismo valora la explícita mención a lograr el equilibrio entre oferta y demanda, el reparto equitativo del valor y la rentabilidad a lo largo de la cadena y mejorar la competitividad del sector, asentando el crecimiento sostenido de los precios percibidos por viticultores acorde a la revalorización de la comercialización de vino y mosto.
Sostenibilidad, valorización del producto, enoturismo completan la hoja de ruta precisa para valorizar el sector, para vertebrarlo estableciéndose cifras ambiciosas en superficie (asentar 950.000 hectáreas como cifra indicativa con un 26% de viñedo ecológico), producción, consumo interno (con objetivos de incremento del 3% anual) y comercio exterior (incrementando en un 40%, 1.200 millones de euros adicionales, la cuota de valor de nuestras exportaciones).
No obstante, Unión de Uniones señala que «ni la articulación interprofesional es operativa, ni refleja la variedad de los agentes ligados al funcionamiento del sector, ni es capaz de asumir la necesaria apertura a otros agentes interesados en algo más que un brillante ejercicio de econometría».
En la misma línea, la organización ha incidido en las carencias que tiene el sector y en la necesidad de que el plan implemente en la práctica sus conclusiones y recomendaciones, tanto en lo referido al potencial productivo, como a una mejor asignación de los recursos que recauda vía extensión de norma.
Igualmente considera que el sector vitivinícola es diverso, por lo que no le sirve una macroestructura ajena a tal diversidad sino una articulación de los intereses que ha de basarse en una representatividad real y no solo virtual y, en este sentido, señala que tiene en marcha actuaciones legales y técnicas para clarificar la representatividad del sector productor en la interprofesional.