UNICEF y ACNUR advierten de la «espiral de crisis» en Sudán, donde millones necesitan ayuda «desesperadamente»

Young members of hygiene club at an IDP gathering site in Ad-Damar locality, River Nile state. With thanks to USAID’s Bureau for Humanitarian Assistance (BHA) and UN CERF, UNICEF has supported the establishment of hygiene clubs in IDP gathering sites with child-friendly spaces in River Nile state after the conflict erupted in Khartoum on 15 April 2023. Each hygiene club is comprised of 20 members – both boys and girls aged between 10 and 16 years, who are responsible for looking after the child-friendly spaces, water and sanitation facilities and promotion of hygiene messages on handwashing, use of latrines and menstrual hygiene, among others, within their communities. UNICEF, in collaboration with partners and local communities, continues to support the work of hygiene clubs through the provision of safe drinking water and critical supplies to communities across River Nile state.

En una declaración conjunta de Raouf Mazou, el alto comisionado adjunto de ACNUR para operaciones, y Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto de UNICEF, la ONU ha denunciado que aproximadamente trece millones de sudaneses se enfrentan a «niveles agudos de inseguridad alimentaria».

«Catorce regiones del país están al borde de la hambruna, y en el Zamzam, en el norte de Darfur, ya se han confirmado condiciones de hambruna», ha agregado la organización en referencia a la amenaza de la muerte por inanición que afecta ya a unas 500.000 personas en el campamento.

Según las oficinas de la ONU, este año 3,7 millones de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda grave. «Si no se les atiende pronto, estos niños tienen once veces más probabilidades de morir de enfermedades prevenibles que otros niños sudaneses en mejor estado de salud», han aseverado.

Por ello, han expuesto, es fundamental «simplificar y agilizar los procedimientos de aprobación de los envíos de ayuda y del personal», como, por ejemplo, facilitar el acceso a través de las líneas fronterizas.

«Los aliados humanitarios deben poder garantizar la entrega eficaz y eficiente de suministros y ayuda humanitaria a las personas que lo necesitan», han recalcado, al añadir que tanto el Gobierno de Sudán como las demás partes en el conflicto «deben evitar requisitos administrativos complicados y facilitar la entrega de suministros sin demora a las comunidades afectadas».

La guerra en Sudán estalló el 15 de abril de 2023 tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente del país, Omar Hasán al Bashir, después de 30 años en el poder.