UNICEF se declara «conmocionado e indignado» por el ataque en Níger que dejó al menos 13 niños muertos
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se ha declarado este miércoles «conmocionado e indignado» por el ataque en Níger que dejó al menos 37 muertos, entre ellos 13 niños, en la localidad de Darey Dey, en la región de Tillabéri.
En un comunicado, la directora regional de UNICEF para África Central y Occidental, Marie-Pierre Poirier, ha tildado los ataques por parte de grupos armados no identificados de «terribles» y «brutales» y ha denunciado que las condiciones sobre el terreno «siguen siendo extremadamente peligrosas para los niños».
«La inseguridad se está extendiendo a un ritmo acelerado en Níger», ha avisado, antes de recordar que los ataques en la región de Tillabéri y a lo largo de las fronteras con Burkina Faso, Malí y Nigeria han provocado un desplazamiento «significativo y continúan causando estragos en las vidas de cientos de miles de niños».
«En las zonas afectadas por conflictos, los lugares donde los niños y niñas son dependientes a la hora de recibir protección y ayuda, incluidas escuelas, instalaciones sanitarias y servicios de protección, también han sido atacados», ha agregado.
UNICEF y otras organizaciones han pedido en numerosas ocasiones la protección de los civiles, en particular de los niños y las mujeres, y el respeto del Derecho Internacional Humanitario. «Matar a niños y niñas es una grave violación de los Derechos Humanos», ha insistido.
Poirier ha hecho hincapié en que el conflicto continuo, los ataques repetidos y las restricciones de acceso debido a la inseguridad y la violencia también obstaculizan la capacidad de la agencia dependiente de la ONU para llegar a los más necesitados, aunque ha reiterado su «compromiso» de tomar todas las medidas para garantizar la seguridad de los niños y reducir el sufrimiento de las víctimas.
Por último, UNICEF ha instado «encarecidamente» a todas las partes a detener los ataques contra los niños y sus familias y mantenerlos fuera de peligro.
Los grupos terroristas han ganado presencia en los últimos años en varios países del Sahel, beneficiados por la falta de control de las autoridades en vastos territorios. Además de Estado Islámico en el Gran Sáhara, en Níger también opera la rama de Al Qaeda en Malí, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM).