UNICEF espera que 2020 sea «un año de paz» para los niños de Siria, donde la situación «sigue siendo difícil»
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha reclamado que 2020 sea «un año de paz» para los niños de Siria y ha advertido a raíz de la reciente escalada de violencia, especialmente en la región de Idlib, que la situación «sigue siendo difícil» para un colectivo vulnerable.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha condenado que el miércoles cinco niños de entre seis y trece años muriesen por el impacto de cohetes en una escuela de Sarmin, en Idlib. La región, el último gran bastión rebelde, es escenario de una ofensiva por parte de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad.
«Cada día, casi 4.500 se ven obligados a dejar sus hogares, muchos de ellos tras ser desplazados varias veces ya», ha lamentado Fore. Solo en las últimas tres semanas, unos 140.000 niños han dejado sus casas por la creciente violencia en Idlib y en zonas aledañas.
«El brutal tiempo invernal (…) han hecho que las condiciones para niños y familias sean todavía más rigurosas, especialmente para quienes huyen de la violencia o viven en campos», ha alertado la máxima responsable de la agencia de la ONU.
En estas áreas también han crecido los ataques contra infraestructuras civiles teóricamente protegidas como hospitales o escuelas. Este tipo de agresiones, según Fore, siguen siendo «demasiado comunes», hasta el punto de que en el noroeste de Siria se registraron más del 90 por ciento de los 145 ataques a escuelas y 82 a hospitales perpetrados en todo el país en 2019.
UNICEF ha mantenido su presencia en Siria, «pese a las restricciones al acceso humanitario», pero considera que estos trabajos «no son suficientes». Fore ha insistido en que «solo el final de la guerra puede llevar a los niños de Siria la seguridad que necesitan y merecen».