UNICEF denuncia que la mitad de los niños de Siria solo conocen la guerra
La guerra en Siria ha superado ya los siete años y medio y, durante este tiempo, han nacido unos cuatro millones de bebés en el país, por lo que la mitad de los niños sirios solo conocen un contexto de violencia, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
«Cada niño de 8 años en Siria ha crecido en medio del peligro, la destrucción y la muerte», ha lamentado la directora ejecutiva de la agencia, Henrietta Fore, que acaba de concluir una visita de cinco días al país. Estos niños, ha añadido, «necesitan volver a la escuela, recibir sus vacunas y sentirse seguros y protegidos».
Fore ha subrayado que, «casi ocho años después de que empezara el conflicto, las necesidades siguen siendo enormes», pero ha apelado a atender a los «millones» de niños que «quieren aprender, quieren jugar, quieren recuperarse», según un comunicado de UNICEF.
Entre los lugares visitados por Fore está Duma, una zona de Ghuta Oriental donde viven actualmente unas 200.000 personas y donde muchas familias están criando a sus hijos «entre ruinas». Las 20 escuelas que hay están «masificadas» y los riesgos de seguridad persisten, ya que 26 niños han muerto o resultado heridos desde mayo en Ghuta Oriental por restos explosivos.
Los desafíos persisten en Deraa, una zona donde viven cerca de un millón de personas y que arrastra carencias en el suministro de agua y electricidad. La mitad de los cien centros de atención de salud primaria han resultado dañados o destruidos y, de las casi mil escuelas de la provincia, al menos la mitad necesita reparaciones.
Como muchos niños se han perdido cursos debido a la guerra, la edad de los alumnos de primer grado va desde los 6 a los 17 años, según UNICEF, que ha cifrado en el 29 por ciento la tasa de abandono escolar. Fore ha recordado que es la escuela «donde primero se plantan las semillas de la cohesión social2 y ha reclamado una «educación de calidad».
En Hama, la directora de la agencia visitó un centro donde niños y niñas como Zein, de 15 años, aprenden a defenderse de la violencia de género. «Desde que empezó el conflicto, los niños y jóvenes han ido siendo cada vez más violentos», cuenta esta adolescente que acude regularmente al centro.
La situación es tal que «los niños y los jóvenes ven la violencia a su alrededor, en todas partes, y la ven como algo normal», lo que se ha traducido en un aumento del acoso, las palizas y el matrimonio infantil. «Debemos parar esto, concienciando sobre cómo tener un comportamiento ejemplar», ha señalado Fore.