Unicaja Banco rechaza las «injerencias políticas» y desmiente un posible cambio de sede
El consejo de administración de Unicaja Banco ha emitido un comunicado institucional en el que «lamenta y rechaza las injerencias políticas» en relación con la entidad y con sus grupos de interés, al tiempo que desmiente las manifestaciones sobre un posible cambio de sede social del banco fuera de Málaga y sobre «cualquier otro sesgo no profesional» en la toma de decisiones.
«Unicaja Banco lamenta y rechaza las injerencias políticas en relación con la entidad y con sus grupos de interés, intromisiones que en el pasado se han demostrado muy negativas para la gestión e incluso la supervivencia de algunas entidades financieras», sostiene el consejo de administración del banco en una declaración institucional que ha decidido hacer tras su reunión de este viernes, a la vista de las informaciones aparecidas recientemente en prensa en relación con el banco.
En la comunicación, el consejo empieza por asegurar que tanto las decisiones que toma como la gestión de Unicaja Banco «se rigen estrictamente por criterios empresariales y profesionales», dado que Unicaja es una entidad financiera cotizada comprometida con dar la mejor respuesta a sus grupos de interés (clientes, accionistas y empleados), lo que requiere de ser una entidad solvente y rentable que aplique las mejores prácticas externas e internas.
Sobre la salida de varios consejeros independientes, la entidad manifiesta su intención de contar «ahora y en el futuro» con el adecuado número de consejeros independientes, por lo que ya ha se nombró a dos consejeros para cubrir dos de las tres vacantes producidas recientemente y espera hacer lo propio con la tercera vacante «en breve plazo».
Asimismo, el consejo reafirma su compromiso con los orígenes territoriales del banco y garantiza que las manifestaciones realizadas desde diferentes ámbitos sobre la salida de la sede social de Málaga y sobre cualquier otro sesgo no profesional en la toma de decisiones son «una rotunda falsedad».
«En ningún momento se ha planteado, discutido o sencillamente comentado en el seno del consejo de administración de Unicaja Banco ni siquiera la posibilidad de que se pudiera contemplar el cambio de la sede social de Unicaja Banco a ningún lugar fuera del municipio de Málaga, ni se han adoptado decisiones que no tuvieran como objetivo primordial proteger los intereses del banco, siendo esta la principal obligación del consejo de administración como órgano colegiado y de cada uno de sus integrantes a título individual», indica.
El consejo de administración de Unicaja Banco también defiende que nunca ha tomado ninguna decisión que fuera contraria a los objetivos de la fusión con Liberbank. Según recalca, una vez culminada la fusión legal, la gestión y la actividad de Unicaja Banco se ejecuta con el «estricto y riguroso» cumplimiento de las leyes y de las normas internas que regulan su funcionamiento.
«Cualquier declaración o insinuación por parte de un tercero, atribuyendo cualquier otra intención o propósito por parte de este consejo de administración diferente de las aquí manifestadas, es infundada, y solo puede tener como objeto tratar de desacreditar a este consejo y a la institución que representa», avisa el banco.
Finalmente, el consejo de administración de Unicaja Banco aprovecha la declaración institucional para reiterar los objetivos del Plan Estratégico 2022-2024 presentado el pasado mes de diciembre y confirmar que la actividad comercial en el inicio del año se ha mostrado dinámica, especialmente en los segmentos hipotecario y de consumo. «La mora se encuentra contenida y la salida de activos inmobiliarios no productivos muestra un comportamiento acorde a las expectativas», afirma.
Unicaja Banco ha realizado esta declaración institucional tras la dimisión de tres consejeros independientes en un mes, el tercero de ellos «por estar disconforme con el desarrollo de la gobernanza del banco», y en un contexto en el que su accionista principal, la Fundación Unicaja Banco, lleva varias semanas en el foco mediático por las quejas de varios patronos y otros terceros sobre la gestión de su presidente, Braulio Medel.
El Ministerio de Asuntos Económicos puso en duda su idoneidad y que estuviese realizando una gestión «adecuada» de su participación en el accionariado de Unicaja Banco, por lo que reclamó a la Fundación que encargase un informe a una firma externa independiente que determinase si Medel sigue reuniendo los requisitos para ostentar el cargo de patrono.
Por otro lado, hace solo un día que la directora general de supervisión del Banco de España, Mercedes Olano, recordó que la gobernanza es uno de los cuatro pilares del proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP) y avisó de que cualquier deterioro en la gobernanza de un banco podría suponerle más requerimientos de capital. «Hacemos un seguimiento muy, muy concreto y específico de la gobernanza y, cuando además, la vemos todos los días en el periódico, todavía hacemos más», afirmó la directora general de supervisión.