Una terapia basada en agonistas de los receptores de somatostatina aporta beneficios en tumores neuroendocrinos
La terapia de radionucleidos con receptor de péptidos basada en agonistas de los receptores de somatostatina es una de las estrategias más prometedoras en este tipo de tumores infrecuentes, según un estudio presentado por el doctor del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia, Alberto Carmona-Bayonas, en la sesión Plenaria del Congreso SEOM2022.
En concreto, los resultados del registro SEPTRALU , en el que 522 pacientes con tumores neuroendocrinos fuera del tracto intestinal han recibido tratamiento con Lutecio 177LU-DOTATATE. La expresión in vivo de los receptores de somatostatina es detectada con alta sensibilidad por técnicas de medicina nuclear, lo que permite la selección de pacientes.
«A pesar de ello, la baja incidencia y la gran heterogeneidad de los tumores neuroendocrinos ha sido un hándicap para la obtención de evidencia sobre la actividad de terapia de radionucleidos con receptor de péptidos en la mayoría de los subtipos tumorales», ha recordado.
La evidencia más relevante procede del ensayo fase III NETTER-1 , que comparó 177Lu-DOTATATE y octreótido frente a octreótido a altas dosis en tumores de intestino en progresión. Sin embargo, la evidencia es mucho más débil para tumores neuroendocrinos de otras localizaciones, o con peor pronóstico.
En particular, los datos son aún preliminares para tumores neuroendocrinos bronquiales, paragangliomas/feocromocitomas, subtipos de tumores neuroendocrinos más raros, o tumores de alto grado. «En base a esta información, la FDA/EMA juzgaron que la similitud clínica y biológica de estas neoplasias tenía un grado suficiente para una aprobación genérica en tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos. La consecuencia ha sido una expansión rápida del número de tratamientos con terapia de radionucleidos con receptor de péptidos en circunstancias variopintas, distintas a las del ensayo pivotal», ha indicado.
Sin embargo, la falta de datos aleatorizados ha dejado en el aire la cuestión de hasta qué punto la terapia de radionucleidos con receptor de péptidos debe establecerse en el repertorio de tratamientos de los tumores neuroendocrinos avanzados irresecables independientemente de su localización, tal y como apuntan varias guías clínicas.
Con estos antecedentes, el registro SEPTRALU reclutó pacientes con tumores neuroendocrinos avanzados con sobreexpresión de receptores de somatostatina, de cualquier grado o localización, tratados en 24 centros. Los pacientes recibieron 177 Lu-DOTATATE a dosis de 7,4 GBq intravenosa cada 8 semanas.
La muestra comprendió 522 sujetos con tumores pancreáticos, broncopulmonares, feocromocitomas/paragangliomas y otras localizaciones.La mejor respuesta por RECIST 1.1 fue: respuesta completa 0,7 por ciento, respuesta parcial 33,2 por ciento, enfermedad estable 52,1 por ciento y progresión tumoral 14 por ciento, con actividad condicionada al subtipo tumoral, pero beneficio aparente en todos los estratos.
La mediana de supervivencia libre de progresión fue de 31,3; 30,6; 24,3; 20,5; 19,8; y 17,6 meses en tumores neuroendocrinos de intestino, feocromocitomas/paragangliomas, otros tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos, otros no gastroenteropancreáticos, tumores neuroendocrinos de páncreas o bronquiales, respectivamente.
En modelo de regresión de Cox multivariable, los factores asociados con supervivencia libre de progresión fueron la localización, situación funcional, presencia de metástasis extrehepáticas/extranodales, Ki67%, clasificación de Krenning , número de líneas de tratamiento previas, y el uso previo de everolimus influyeron.
«Nuestro estudio apunta a la actividad de 177Lu-DOTATATE en una amplia gama de tumores neuroendocrinos independientemente de su localización, con beneficio clínico y resultados de supervivencia superponibles entre tumores pancreáticos y otros subtipos, lo que apoya el uso tumor-agnostic de 177 Lu-DOTATATE con expresión de receptores de somatostatina», ha resumido Carmona-Bayonas.
En su opinión, el desafío es que los tumores neuroendocrinos son neoplasias relativamente infrecuentes, que además presentan una gran variabilidad, por lo que es difícil obtener datos aplicables a perfiles específicos de pacientes. «Si a esto se une la historia natural prolongada de estos tumores, con necesidad de seguimientos de años, se entiende la dificultad de la investigación clínica en esta línea», ha enfatizado.
El registro SEPTRALU es un proyecto activo que en la actualidad sigue reclutando pacientes. «Los objetivos de futuros análisis serán responder a preguntas sobre optimización de la terapia que afecten a situaciones concretas (como, por ejemplo, retratamientos), o poblaciones muy específicas (NET G3, bronquiales, entre otras), para los que tardaremos en contar con respuestas procedentes de ensayos clínicos aleatorizados», ha concluido el oncólogo.