Una técnica de preservación española mejora el resultado de los trasplantes renales de donantes en asistolia

Una técnica de preservación de órganos diseñada en España y utilizada en diversos países europeos en la donación en asistolia controlada reduce la necesidad de diálisis en los receptores de un injerto renal durante la primera semana después del trasplante, y mejora la supervivencia del órgano trasplantado al cabo de un año, según un análisis que han realizado la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Fundación IMAS, que se acaba de publicar en la revista American Journal of Transplantation .

En la donación en asistolia, el fallecimiento del donante se produce tras una parada cardiorrespiratoria. Los donantes en asistolia controlada son personas que fallecen por un daño cerebral catastrófico tras la decisión de adecuar medidas de soporte vital que ya no se consideran beneficiosas.

Los programas de donación en asistolia controlada se han desarrollado en 17 países del mundo, entre ellos España, y han permitido aumentar el volumen de órganos destinados a trasplante, además de posibilitar que un mayor número de personas puedan donar órganos tras su fallecimiento si así lo desean. En España, la donación en asistolia controlada se inició en 2009. Hoy, el 35 por ciento de los donantes lo son en asistolia, de acuerdo con los últimos datos de la ONT.

En este tipo de donación, el cese de flujo sanguíneo a los órganos tras el fallecimiento (isquemia caliente) produce daños celulares que pueden comprometer su viabilidad y funcionamiento después del trasplante. Por ello, es importante reducir el tiempo que transcurre desde que se certifica la muerte del donante hasta que se extraen los órganos para trasplante y/o aplicar técnicas que minimicen los daños celulares que causa la isquemia.

Actualmente, se utilizan dos técnicas para la extracción de órganos de donantes en asistolia controlada: la extracción súper-rápida, en la se enfrían rápidamente los órganos mediante la infusión de líquido de preservación durante la extracción; y la perfusión regional normotérmica (PRN), procedimiento concebido en España, que permite la reperfusión de los órganos con sangre oxigenada a temperatura corporal antes de su extracción.

La PRN regenera el tejido dañado, reduce la urgencia de la extracción y permite evaluar la viabilidad de los órganos antes del trasplante. En la PRN se emplea un sistema de circulación extracorpórea de la sangre mediante un dispositivo oxigenador de membrana (extracorporeal membrane oxygenation; ECMO, en sus siglas en inglés). Aunque en otros países la técnica más utilizada es la extracción súper-rápida, en España conviven ambas, si bien es mayoritario el uso de PRN. De hecho, de los 603 donantes en asistolia controlada que se registraron en 2020 en España, en el 66 por ciento se utilizó la técnica de PRN.

El estudio que ahora presentan la red de trasplantes española, la ONT y la Fundación IMAS permite concluir, por primera vez, que la PRN mejora los resultados del trasplante renal de donantes en asistolia controlada en comparación con la extracción súper-rápida. En concreto, la PRN se relaciona con una menor incidencia de retraso en la función del injerto, lo que significa que es menos frecuente la necesidad de diálisis durante la primera semana posterior al trasplante. Más aún, la supervivencia del injerto renal un año después del trasplante también es superior cuando se utiliza la PRN.

En el estudio se analizó la evolución de 2.302 trasplantes renales en pacientes adultos de donantes en asistolia controlada realizados en España entre 2012 y 2018 en 40 hospitales. Estos trasplantes suponen el 13 por ciento del total de los 20.264 trasplantes renales efectuados en España en ese periodo de tiempo. Se comparó la evolución de 1.437 trasplantes renales obtenidos mediante extracción súper-rápida con la de 865 obtenidos mediante PRN.

DOBLE OBJETIVO DEL PROGRAMA ESPAÑOL DE DONACIÓN Y TRASPLANTE

Este estudio pone en evidencia un doble objetivo del sistema de trasplantes español: aumentar el acceso de los pacientes a esta terapia y trabajar en la mejora de la calidad de los trasplantes realizados. Como destaca la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, «el Programa Español de Donación y Trasplante no solo es líder en donación, sino que también trabaja en la mejora progresiva de los resultados obtenidos después del trasplante, lo que resulta fundamental cuando la expansión de la donación depende de donantes de mayor complejidad, como son los donantes en asistolia».

Como señala por su parte la técnica de la ONT y primera firmante del artículo, María Padilla, la PRN se asoció con un menor riesgo de retraso en la función del injerto (45.4% vs 29.7%), así como con un menor riesgo de fallo del órgano trasplantado durante el primer año postrasplante (9,9% frente al 5,8%). A su juicio, «este estudio muestra que, aunque la PRN es una técnica que a priori complica el procedimiento de donación y extracción, merece la pena recurrir a ella ya que mejora la calidad del injerto una vez trasplantado».

Por su parte, el director de la Fundación IMAS, Javier Elola, se ha mostrado muy satisfecho de esta primera colaboración entre la ONT y esta entidad sin ánimo de lucro dedicada a la mejora de la atención sanitaria. «En la Fundación IMAS trabajamos para mejorar la calidad de la atención que reciben los pacientes en nuestro Sistema Nacional de Salud desde la experiencia y el conocimiento científico. Estamos muy satisfechos de esta primera colaboración con la ONT que sin duda ayudará a seguir mejorando el sistema de trasplantes en nuestro país, así como su prestigio internacional».

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