Una revisión muestra «avances esperanzadores» en la enfermedad rara distrofia miotónica tipo 1
Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria (INCLIVA) han realizado un trabajo de revisión de todos los tratamientos en desarrollo en la enfermedad rara distrofia miotónica tipo 1 (DM1) que muestra «avances esperanzadores» en esta patología.
Los investigadores partían de una versión previa, publicada en 2021, sobre la que han destacado los avances conseguidos. En este tiempo, el informe destaca que varios fármacos candidatos a su reposicionamiento en DM1 han avanzado en su evaluación clínica y están más cerca de conseguir, en los próximos años, autorización por las agencias reguladoras, en particular, la metformina, tideglusib y mexiletina.
Además, indican que ha aumentado el número de programas de desarrollo de fármacos en DM1, que ha pasado de aproximadamente 18 a unos 24. También se han obtenido los primeros resultados de actividad en pacientes, de forma controlada, de un complemento nutricional que ya está disponible en el mercado (MYODM).
Por último, se han alcanzado los primeros resultados positivos en pacientes de fármacos basados en oligonucleótidos terapéuticos que han entrado en clínica durante 2022 (AOC1001 y DYNE-101), con varios programas adicionales en progreso con este tipo de moléculas que alcanzarán el hito de primer uso en humanos en el próximo año.
En su conjunto, los responsables de la revisión consideran que estos avances «aumentan las perspectivas de que, a medio plazo, sea posible establecer un tratamiento efectivo para esta enfermedad».
Los investigadores principales del trabajo, publicado en la revista científica Drug Discovery Today , han sido los doctores Rubén Artero, coordinador del Grupo de Investigación de Genómica Traslacional de INCLIVA, y Arturo López, del mismo grupo, ambos del Instituto Universitario de Biotecnología y Biomedicina (BIOTECMED) de la Universitat de Valencia (UV).
Según los investigadores, un elemento diferencial de este trabajo es que, aunque se publican muchos artículos de revisión sobre los mecanismos de patogénesis de enfermedades y sus posibles abordajes terapéuticos, raramente los análisis se centran en las terapias que están en desarrollo activo y forman parte de un programa de desarrollo de fármaco promovido por una entidad pública o, generalmente, una empresa biotecnológica o farmacéutica.
«Visto desde otro punto de vista, pretendíamos poner el foco en los tratamientos que tienen expectativas de llegar a los pacientes y no solo los que han funcionado en condiciones de laboratorio, que es lo habitual», ha explicado el doctor Artero.
La DM1 es una enfermedad genética rara actualmente incurable, que afecta aproximadamente a 1/8.000 personas en la población. Puede aparecer en cualquier momento de la vida y sus manifestaciones son variables, pero suelen incluir debilidad y atrofia muscular, miotonía, o incapacidad para relajar los músculos, arritmias cardiacas malignas y déficits cognitivos.
La gravedad de la enfermedad está relacionada con la pérdida progresiva de las funciones locomotoras y cognitivas debido a la degeneración del músculo esquelético y del sistema nervioso central y es potencialmente mortal cuando influye negativamente en los músculos cardíacos o respiratorios. Los pacientes con DM1 también tienen una calidad de vida significativamente deteriorada y una esperanza de vida reducida.
Tras más de 20 años de investigación básica, el gran reto es trasladar los conocimientos sobre el mecanismo de patogénesis (proceso de desarrollo de la enfermedad) a fármacos útiles para los pacientes.
En este sentido, existen una veintena de programas de desarrollo de fármacos en activo en la enfermedad, que se clasifican en tres grandes categorías: fármacos con una indicación actual a los que se les encuentra un uso en DM1, lo que se denomina reposicionamiento de fármacos; fármacos de tipo oligonucleotídico, que consisten en una pequeña porción de un RNA que modula la expresión endógena de las células y que actualmente están en expansión gracias al éxito de las vacunas de RNA y a diferentes casos de éxito; y los fármacos basados en CRISPR/Cas9 (donde la proteína Cas9 se puede dirigir a secuencias definidas en un DNA o un RNA para editar o degradar estas moléculas con fines terapéuticos) y otras aproximaciones capaces de modificar el genoma o su expresión en RNA.
Uno de los fármacos en desarrollo que se mencionan en el trabajo de revisión está promovido por la empresa valenciana Arthex Biotech, spin-off de la UV y de INCLIVA, y que ha surgido del laboratorio de Genómica Traslacional.