Una nueva técnica de neuromodulación no invasiva podría disminuir los síntomas de la fibromialgia y la depresión
Una investigación pionera en España sobre la técnica denominada Estimulación Transcraneal con Corriente Directa (TDCS), consistente en la aplicación de una mínima corriente eléctrica que permite modular la plasticidad cerebral de los centros neuronales encargados de la percepción del dolor o de la regulación del ánimo, podría aplicarse para el tratatamiento de la fibromialgia, el dolor crónico y la depresión.
Se trata de una técnica de neuromodulación no invasiva que cuenta con la aprobación de la Unión Europea y Estados Unidos para su uso clínico, y cuya investigación en España ha puesto en marcha el neurólogo de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, Juan Pablo Romero, junto con la Universidad Francisco de Vitoria y el apoyo del CSIC.
«El paciente recibe durante 10 días seguidos diferentes sesiones de media hora de duración, en las que se le coloca un gorro con dos electrodos conectados a una batería que emite una corriente eléctrica de 2 mili amperios. Se trata de una corriente tan baja que es imposible que genere ningún tipo de daño en las neuronas», explica el neurólogo.
Los primeros resultados de la aplicación de la terapia utilizada en el tratamiento de la depresión muestran que no elimina de forma completa la ingesta de fármacos, pero intensifica notablemente sus efectos. Así, hasta un 60 por ciento de los pacientes tratados experimentaron una mejoría significativa y un 18 por ciento de ellos dejaron de experimentar los síntomas de la depresión.
En cuanto al tratamiento del dolor, los pacientes que han sido tratados con TDCS han reducido notablemente las dosis de analgésicos, incluso algunos han podido suprimir su ingesta. Asimismo, un 58 por ciento de ellos han experimentado un alivio del dolor para la fibromialgia en tan solo dos semanas de tratamiento, con la consiguiente mejora de la calidad de vida.
Los criterios de selección de los pacientes que se pueden tratar con TDCS son estrictos: «no todos los enfermos con dolor son candidatos para ser tratados con esta técnica», ha señalado Romero, por lo que añade que «es fundamental que el neurólogo establezca el tipo de dolor que tiene el paciente y determine si es el tratamiento mas adecuado». Romero también incide en la necesidad de aplicar la técnica correctamente y tener un control previo y posterior a la duración del tratamiento.