Una investigación analiza biomarcadores de orina para detectar y controlar las conmociones cerebrales
Una investigación realizada por el Hospital de Niños de Boston (Estados Unidos) ha analizando unos biomarcadores de la orina que pueden detectar una conmoción cerebral y controlar su recuperación.
El artículo se ha publicado en la revista Neurology y ha recogido muestras de orina de 95 atletas, de los cuales, 48 sufrieron conmociones cerebrales y proporcionaron una muestra de orina repetida dentro de los primeros siete días y posteriormente al mes, a los tres meses, seis meses y doce meses después de la lesión. Los otros 47 deportistas no sufrieron esta lesión.
Así, se ha recogido un total de 71 proteínas que diferían significativamente entre los dos grupos, dos se destacaron como las más predictivas de conmoción cerebral: IGF-1 y la proteína de unión a IGF 5 (IGFBP5), ambas encontradas en niveles significativamente más bajos después de la conmoción cerebral.
Según los investigadores, estas parecen estar involucradas en la reparación de lesiones cerebrales, por lo que el cuerpo puede retenerlos después de una conmoción cerebral en lugar de excretarlos. Usadas juntas y agregadas a las evaluaciones de la marcha, las proteínas distinguieron entre atletas con y sin conmoción cerebral con alta confiabilidad.
Ahora, los científicos tienen como objetivo validar su estudio de prueba de principio a través de ensayos clínicos en diferentes poblaciones, como una población más amplia de atletas universitarios, adolescentes que practican deportes y personas con conmociones cerebrales no relacionadas con el deporte. Eventualmente, el objetivo es desarrollar una prueba que pueda estar disponible en el punto de atención e incluso en el momento de la lesión.
«Al igual que con COVID-19, si tiene síntomas pero no está seguro de la causa, sería ideal hacerse una prueba para diagnosticar una conmoción cerebral o descartarla», ha asegurado el investigador David Howell.