Una experta apuesta por introducir la educación nutricional obligatoria en los colegios para mejorar la salud
La responsable de la Sección de Shokuiku (Educación Nutricional) del Instituto de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición de Japón, la doctora Kayo Kurotani, apuesta por introducir la educación nutricional obligatoria en los colegios para mejorar la salud de la población, tal y como ha ocurrido en el país asiatico.
Kurotani, quien se encuentra en España comentando los beneficios del proyecto Shokuiku, ha venido apoyada por el proyecto EduKsano, una iniciativa liderada por ARVI y respaldada por dieciséis asociaciones de diversos ámbitos de la sociedad civil, como consumidores, sector primario, industria alimentaria, distribución comercial, padres de alumnos y chefs, que trabajan para solicitar al Gobierno la introducción de una asignatura obligatoria de Educación Nutricional en los colegios españoles.
Este tipo de proyectos, ha señalado la doctora, permite cambiar los hábitos alimentarios y adoptar una dieta más saludable en tan sólo una generación, ya que el plan se basa en un recorrido cíclico que se retroalimenta. Así, el desarrollo de buenos hábitos alimentarios en la infancia y la posterior expansión de las buenas experiencias con la comida durante la etapa de la niñez y la adolescencia crean adultos concienciados que aplicarán estas mismas normas a la hora de tener hijos.
Además, ha considerado que los adultos, una vez llegados a la tercera edad, convertirán estos mismos hábitos en cultura y conocimiento que también impactarán en la siguiente generación.
En su opinión, «la cultura gastronómica innata de los españoles es, sin duda, una gran ventaja para que la implantación de una asignatura de educación nutricional en el sistema educativo español tuviera éxito».
Según ha expuesto en su conferencia, el programa japonés, que implica no sólo a centros y escolares, sino también a las familias, ha permitido además mejorar y optimizar la colaboración entre distintas industrias alimentarias, lo que, a su juicio, y hablando de salud, es muy positivo para el conjunto de la sociedad.
Asimismo, el Shokuiku ha generado un incremento del consumo de vegetales y pescados por parte de los escolares, así como una disminución de la comida desperdiciada, al disponer los alumnos de conocimiento sobre las propiedades y el origen de los alimentos.
La doctora ha explicado que el conocimiento de los alimentos y su impacto en el organismo a consecuencia de la puesta en marcha del Shokuiku «ha convertido la alimentación en un auténtico vehículo para conocer otros pueblos y culturas, y para incrementar el arraigo con las propias regiones y áreas locales en las que se ha puesto en marcha el programa».
Apoyándose en la experiencia japonesa, la doctora Kurotani ha señalado que el éxito de este tipo de programas descansa en la colaboración entre los distintos agentes que intervienen en la industria alimentaria, así como entre las distintas administraciones que lo regulan.
La experta, que ha visitado Madrid de la mano de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4), ha señalado que el programa nutricional japonés ha tenido un impacto «tremendamente» positivo en los índices de obesidad infantil, «que se ha reducido de forma palpable», o en la prevención de enfermedades cardiovasculares de aquel país, entre otros aspectos.