Una caravana naranja inunda el centro de Valladolid para exigir la paralización de la nueva ley de Educación
VALLADOLID, 20
Una caravana naranja ha inundado el centro de Valladolid para reclamar la paralización de la nueva ley de Educación, ley Celaá que, a su juicio, restringir libertades sociales y desmantela la pluralidad educativa.
Multitud de vehículos se han dado cita en el párking del Auditorio Miguel Delibes desde las 10.00 horas. Globos y lazos naranjas, banderas con el lema Más plurales y #stopleyCelaa y pancartas con la frase Se vende la libertad de elección han adornado los turismos que una hora después ha recorrido la zona centro de la ciudad.
Para el portavoz de Más Plurales en la Comunidad, Leandro Roldán, hoy era una nueva oportunidad de salir a la calle para manifestar el «descontento» por la tramitación «exprés» de la nueva Ley de Educación al entender que no es «ni el momento», «ni las formas», ni el «contenido», porque recorta la «libertad» de los padres para elegir la enseñanza que quieren para sus hijos.
«Si los centros concertados son demandados tienen su pleno derecho a existir», ha explicado en declaraciones recogidas por Europa Press minutos antes de iniciar la caravana.
Desde Más Plurales han avanzado que han recogido ya más de dos millones de firmas en todo el país en apoyo a sus reivindicaciones. Además ha asegurado que, a nivel autonómico, están «muy tranquilos» después del compromiso manifestado por la Consejería de Educación de la Junta.
La caravana ha partido pasadas las 11.00 horas del Auditorio Miguel Delibes por la avenida Real Valladolid y Mundial 82 dirección Puente Colgante para tomar, poco después el paseo Zorrilla hasta San Ildefonso.
El recorrido ha transcurrido por Isabel La Católica, Puente Mayor, San Bartolomé, avenida Salamanca, para subir ya por Padre José Acosta, Monasterio de El Escorial y concluir, de nuevo, en el aparcamiento del Auditorio Miguel Delibes
Antes del inicio de la caravana Leandro Roldán y una representante de la confederación de asociaciones de padres Concapa, Ángela Merino, han leído un manifiesto en el que han puesto «voz» a los alumnos, a los centros educativos, a los trabajadores, docentes y otros profesionales que cada trabajan «cada día» por el futuro de sus alumnos.
«También ponemos voz a las miles de familias de Castilla y León que confían en la educación de esta comunidad. A todas las madres y padres que desean elegir libremente el centro que quieren para la educación de sus hijos. Y ponemos voz también a todos los ciudadanos que defienden la libertad y la pluralidad en la sociedad y en el sistema educativo», ha continuado Leandro Roldán.
En este punto, ha incidido en que salen a la calle para defender esa libertad y mostrar su rechazo a la Ley Celaá. «Para defender los derechos de enseñanza y la pluralidad educativa ante el acoso y los recortes de libertades que pretenden imponer con una ley educativa sin consenso, que silencia a una mayoría de la sociedad, y que pretende aprobarse con nocturnidad el próximo 23 de diciembre», ha advertido.
Para la plataforma es una «locura» que en estos tiempos el Gobierno se dedique a «promover, potenciar y aprobar» una ley que, a su juicio, no garantiza los derechos fundamentales de la libertad, de la libre elección de centro educativo y que pone «en riesgo» el derecho fundamental a que estos alumnos se eduquen en un sistema plural, en el que todos tengan cabida.
«Por eso queremos decir hoy aquí: ¡No a la Ley Celaá! ¡Sí a la libertad de enseñanza! ¡Sí a la pluralidad social en nuestro sistema educativo! ¡No a la LOMLOE!», ha agregado
En este punto, Ángela Merino ha continuado con el manifiesto advirtiendo de que la plataforma no tolera «límites» ni «recortes» a su libertad de enseñanza, «porque en ella nos jugamos la educación de nuestros hijos y el futuro de nuestra democracia».
Además, defienden la complementariedad de las redes pública y concertada, por lo que rechazan que la Ley Celaá imponga la distribución del alumnado por encima de las necesidades reales de escolarización manifestadas por las demandas de las familias.
Además, ha continuado, no acepta el modelo de inclusión radical que pretende la Ley Celaá y que conduce, según a señalado, a los actuales centros de educación especial a su progresiva desaparición, a pesar de contar con un alto grado de satisfacción de las familias.
«Pedimos al Gobierno una dotación suficiente de recursos para atender a los alumnos con discapacidad tanto en los centros ordinarios como en los colegios de educación especial», ha agregado.
También reclama mejoras «reales» para el personal docente y no docente de los centros educativos que permita equiparar sus condiciones y denuncia que, «a través del control político de la educación», se asiste a una «agresión» a la libertad de conciencia en favor de la «imposición» de una ideología laicista, a su juicio, «impropia» de un Estado no confesional.
«La asignatura de Religión, que se cursa con absoluta normalidad en nuestro país y en casi todos los países europeos, es una opción mayoritaria de las familias españolas que la eligen libre y voluntariamente cada año y cuya voluntad debe ser respetada», añade.
Por último, reclama al Estado la obligación de financiar adecuadamente los centros educativos públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos, una financiación que, ahonda, debe cubrir sus necesidades materiales y sus recursos humanos en igualdad de condiciones.
En la lectura del manifiesto han estado presentes dirigentes populares como Jesús Julio Carnero o Conrado Íscar y el diputado nacional de Vox Pablo Sáez, entre otros.