Una bacteria intestinal afecta el crecimiento y la maduración normal del esqueleto, según un estudio en ratones
Las bacterias filamentosas segmentadas (SFB), que se localizan dentro del microbioma del intestino sano, influyen significativamente en el sistema inmunológico para perjudicar la acumulación de masa ósea durante el desarrollo del esqueleto después de la pubertad, según un estudio en ratones de la Universidad Médica de Carolina del Sur (Estados Unidos), que se ha publicado en la revista Journal of Bone and Mineral Research Plus .
Los microbios se consideran a menudo como patógenos que causan enfermedades, pero la realidad es más compleja que esa visión limitada. El microbioma intestinal, que es el conjunto de microorganismos que colonizan el intestino, se considera un órgano de apoyo que puede regular las funciones biológicas del huésped, incluida la salud del esqueleto.
Los resultados de este nuevo trabajo han mostrado las SFB elevan la respuesta de células inmunes específicas en el intestino y el hígado. Esta respuesta condujo a un aumento de la actividad de los osteoclastos y a una disminución de la actividad de los osteoblastos, perjudicando la acumulación de masa ósea.
Para estudiar los efectos del SFB y el microbioma intestinal en la salud esquelética, el laboratorio utilizó un modelo de ratón con una microbiota definida. «La colonización del SFB causó un cambio en ambos lados del eje: la actividad de los osteoclastos subió, y la actividad de los osteoblastos bajó, lo que es perjudicial para el esqueleto», detallan los científicos.
Para comenzar sus estudios, compararon ratones libres de gérmenes con ratones asociados al SFB. Los ratones que tenían SFB mostraron una reducción del 20 por ciento en el volumen de hueso trabecular, el tipo de hueso que experimenta altas tasas de metabolismo óseo. Un examen más detallado de estos ratones mostró que la colonización por SFB provocó un aumento de los niveles de IL-17A en el intestino y en la circulación, y mejoró el potencial osteoclástico.