Una AP «comunitaria» y basada en el «universalismo proporcional» reduciría las desigualdades en atención sanitaria
El informe Hacia la Equidad en Salud: propuestas para transformar la Atención Primaria en España , presentado este martes, incide en que una AP que trabaje desde una perspectiva «comunitaria» y centrada en el «universalismo proporcional» podría ayudar a reducir la desigualdad en el acceso y la atención sanitaria, una inequidad en la que impactan de forma importante los determinantes sociales de salud.
Durante la presentación del informe, realizado por el Comité para la Equidad en Atención Primaria en colaboración con Novartis, el director general de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad, Pedro Gullón, ha destacado que la AP «es quizá la parte del sistema sanitario que más importancia pueda tener» en la reducción de las desigualdades y el aumento de equidad en salud «porque es la más cercana a la realidad del día a día de las personas y, sobre todo, por la parte que se desarrolla más en este documento, por la parte comunitaria, por la parte de Atención Primaria comunitaria».
Gullón ha explicado que en la sociedad existen «determinantes estructurales» que llevan a que «unas personas tengan más poder que otras». «Esas diferencias de poder lo que hacen es generar diferencias y desigualdades en el acceso a recursos intermedios que afectan a la salud, como el barrio en el que vivimos, la comida que compramos, qué publicidad estamos expuestos o qué tiempo libre disponemos», ha añadido.
Así, ha resaltado que la AP y el sistema sanitario pueden «modular» estas desigualdades materiales desde un enfoque de «universalismo proporcional», que consiste en dar prestaciones universales a todas las personas, pero identificando aquellos lugares donde hay más falta de esos recursos.
De este modo, el informe realizado por el Comité para la Equidad en la Atención Primaria, con la colaboración de Novartis, recoge una serie de propuestas encaminadas a tranformar y mejorar la AP para que esta sea un catalizador de equidad a través de la disminución del impacto de los determinantes sociales de la salud.
En el acto de presentación, el coordinador científico del Comité, Manuel Franco, ha detallado algunas de las propuestas planteadas en el informe, que se dividen en cuatro ámbitos.
En primer lugar, el documento recoge la necesidad de coordinación sociosanitaria y acceso equitativo a la Atención Primaria que comienza por conocer los datos sociodemográficos en España relacionados con la AP. «Tenemos que tener los datos, el sistema sanitario tiene que tener datos individuales de cada persona, de cada paciente, de cada barrio, de cada zona básica de salud», ha resaltado Franco.
En este punto, el informe apunta que para la coordinación sociosanitaria puede ser útil la figura del conector comunitario , que trabaje de forma coordinada con AP, servicios sociales y orgaizaciones sin ánimo de lucro, así como la digitalización y la formación continuada para el personal sanitario.
Posteriormente, es necesaria una distribución equitativa de los recursos de AP en áreas de elevada vulnerabilidad social. Este segundo grupo de propuestas tiene que ver con el universalismo proporcional. Tal y como ha señalado Franco, «no aplicamos las mismas herramientas y la misma intensidad para unos enfermos que para otros, tampoco deberíamos hacerlo para algunas poblaciones que para otras».
A este respecto, el informe propone, entre otras medidas, reformular las métricas para asignar los recursos de AP atendiendo a la demanda de los servicios y la intensidad de la atención sanitaria, ya que en las áreas de alta vulnerabilidad social esta demanda es mayor. Asimismo, reclama reforzar la presencia de los profesionales de AP tanto dentro como fuera de los centros de atención.
El tercer ámbito de propuestas se centra en conseguir una promoción de la salud y actividades preventivas desde una perspectiva comunitaria. «Cuando hablamos de una perspectiva comunitaria, estamos hablando de algo que es muy serio, que es cambiar de la enfermedad a la salud, cambiar del tratamiento de la enfermedad, del diagnóstico y la receta a promocionar la salud y a proteger la salud de nuestros ciudadanos», ha señalado el investigador en Basque Centre for Climate Change Research BC3 y Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Por último, el informe hace hincapié en reforzar la atención de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNTS) y su prevención secundaria en poblaciones vulnerables, reforzando los recursos e infraestructuras para la detección, diagnóstico y tratamiento precoz de enfermedades y priorizando el acceso a fármacos innovadores.
PLAN DE ATENCIÓN PRIMARIA Y COMUNITARIA
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha clausurado el acto señalando que «uno de los problemas principales de Atención Primaria es un tema de inadecuación de los valores con los que surgió a las realidades que actualmente existen». Al hilo, ha subrayado que «el principio de accesibilidad con el que surge inicialmente ahora es casi visto como un principio de inmediatez». En el mismo sentido ha hablado de los beneficios de tener más de 15 años el mismo profesional de AP, la conocida longitudinalidad, y ha señalado que en la sociedad actual «nadie tiene 15 años para nada, ni la misma pareja, ni el mismo trabajo».
A este respecto, se ha referido al Plan de Atención Primaria y Comunitaria que está preparando el Ministerio de Sanidad y al que ha calificado de «ambicioso», pero «tremendamente pragmático y posibilista». «Pragmático y posibilista a la hora de tener un plan de Atención Primaria evaluable, que sea auditable, por decirlo de alguna manera, que no lo confíe todo en cargar a los funcionarios de las comunidades autónomas de una tremenda tarea de reporte a los funcionarios del Ministerio de Sanidad», ha indicado.
Además, ha apuntado que este plan incorporará dos elementos encaminados a garantizar la equidad. Por una parte, la incorporación de nuevas figuras en AP «para aumentar la polivalencia en el lugar más cercano a la población». Asimismo, prestará atención a la longitudinalidad, de forma que tener al mismo profesional durante 15 años no sea una cosa que «solamente se pague con dinero», sino que esté «totalmente generalizada en el conjunto de nuestra población».