Un yihadista condenado por el TPI pide perdón por la destrucción de patrimonio en Tombuctú y pide ser liberado
Un yihadista maliense condenado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) a nueve años de cárcel por la destrucción de mausoleos en la ciudad de Tombuctú ha presentado sus «disculpas» por sus acciones cuando era jefe de la fuerza policial del grupo yihadista Ansar Dine.
«Me gustaría expresar mi remordimiento, mi tristeza y mis disculpas a la población de Tombuctú, a mis conciudadanos, a mi país, Malí, por los crímenes que cometí», ha manifestado Ahmad al Faqi al Mahdi, antes de asegurar que «ha cambiado» y pedir su liberación al TPI.
Así, Al Mahdi ha pedido al tribunal que le dé la oportunidad de «traducir este cambio en buenas acciones a favor de la paz», al tiempo que ha resaltado que ha cumplido ya dos tercios de su condena, según ha informado la emisora maliense Studio Tamani.
«Estoy preparado para integrarme en la sociedad. Aprendí nuevos oficios. Adquirí nuevas experiencias durante mi detención. Esto ha mejorado mi forma de pensar», ha resaltado, al tiempo que ha hecho hincapié en que se ha distanciado totalmente de las ideas extremistas.
Al Faqi fue detenido en 2015 y condenado en 2016 por la destrucción de patrimonio histórico de Tombuctú entre junio y julio de 2012, periodo en el que la ciudad y otras partes del norte de Malí estuvieron en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Dine.
Entre los edificios más relevantes destruidos estaban la mezquita de Djingareyber, una de las tres madrasas de la universidad de Sankoré, construida alrededor del año 1327 con tierra y materiales orgánicos tales como fibras, paja y madera. Asimismo, el monumento de El Faruk fue totalmente destruido.
La ciudad, considerada como una de las capitales intelectuales y espirituales del Islam durante los siglos XV y XVI, está declarada en su totalidad como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde entonces, han sido reconstruidos catorce de los mausoleos dañados por los yihadistas.