Un soldado ucraniano muerto y cuatro heridos en una ofensiva de separatistas prorrusos en el este
Un soldado ucraniano ha muerto y otros cuatro han resultado heridos como resultado de la ofensiva lanzada este martes por los separatistas prorrusos en la región de Lugansk, en el este del país, que, según las Fuerzas Armadas ucranianas, ha sido repelida por el Ejército.
Según el Mando Conjunto de la operación militar en el este de Ucrania, los separatistas prorrusos han atacado sus posiciones en Novotoshkivske, Orijove, Krimske y Jutir Vilni, sin que el Ejército haya cedido terreno, aunque sí ha sufrido bajas.
Como resultado de la respuesta de los soldados ucranianos, uno de los separatistas también ha muerto, según recoge la agencia UNIAN.
El cuartel general de operaciones en el este de Ucrania ha aclarado que «el enemigo ha solicitado un alto el fuego» y, tras asegurar que la situación está bajo control, ha recalcado que las fuerzas ucranianas seguirán defendiendo al país «del agresor».
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha denunciado que la ofensiva es un intento por perturbar el proceso de paz. En un mensaje publicado en Telegram y recogido por UNIAN, el mandatario ha condenado la «cínica provocación de milicianos y ocupantes», en referencia a Rusia, y ha denunciado que se han empleado «armas prohibidas en los acuerdos de Minsk».
«Esto es un intento de perturbar el proceso de paz en Donbás, que ha comenzado a avanzar, aunque a pasos pequeños pero sin descanso», ha subrayado el mandatario. Zelenski ha dejado clara su voluntad de acabar con la guerra y respetar los acuerdos internacionales, pero al mismo tiempo ha advertido de la determinación de «repeler cualquier manifestación de agresión armada contra Ucrania».
Los acuerdos de Minsk, firmados en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto que estalló en las regiones de Donetsk y Lugansk en abril de 2014 pero hasta el momento no han logrado el cese total de la violencia. Según la ONU, el conflicto deja ya unos 3.000 muertos.
