Un segundo partido opositor anuncia que no participará en las próximas elecciones legislativas en Etiopía
El Frente de Liberación Oromo (OLF) ha anunciado su decisión de no participar en las próximas elecciones legislativas en Etiopía, sumándose así al boicot anunciado la semana pasada el Congreso Federalista Oromo (OFC), en medio de las tensiones política en el país africano.
El partido ha señalado en un comunicado que «no se cumplen los requisitos mínimos para celebrar unas elecciones libres y justas» y que «el estado actual del país no está a la altura de los estándares mínimos, ni siquiera de las democracias poco liberales en otras partes del mundo».
«Si se celebran, las elecciones no supondrán ninguna diferencia significativa a la hora de abordar las principales contradicciones y problemas políticos del país», ha señalado el partido, que en 2018 dejó de ser considerado como una organización terrorista tras la llegada al poder de Abiy Ahmed.
Así, ha cargado contra el gubernamental Partido de la Prosperidad de Abiy, al que ha acusado de «mirar hacia otro lado» ante las demandas de la oposición, al tiempo que ha pedido la liberación «sin condiciones» de los presos políticos, la reapertura de oficinas de partidos políticos, el fin de las hostilidades en el país para favorecer una negociación «inclusiva», garantizar la independencia de la comisión electoral y abrir un diálogo político.
Sin embargo, una facción del OLF encabezado por su vicepresidente, Ararso Bikila, ha rechazado el anuncio y ha dicho que participará en las elecciones. «Gran parte del problema es interno, no externo», ha dicho un portavoz de esta facción en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC.
El anuncio del OLF llega después de que el OFC anunciara la semana pasada que no participará en las parlamentarias, previstas para junio, si las autoridades no cumplen una serie de demandas, incluida la liberación de sus líderes encarcelados.
Bekele Gerba, Jawar Mohamed y Dejene Tafa, todos ellos altos cargos del OFC, se encuentran detenidos e imputados por cargos de terrorismo en relación con la oleada de violencia registrada tras el asesinato en junio del popular cantante y activista oromo Hachalu Hundessa. Todos ellos han puesto recientemente fin a una huelga de hambre de 40 días para protestar contra su encarcelamiento.
La comisión electoral de Etiopía anunció en diciembre su decisión de fijar el 5 de junio de 2021 como fecha para la celebración de las generales, previstas para el mes de agosto de 2020 y aplazadas a causa de la pandemia de coronavirus.
El aplazamiento de las elecciones incrementó las tensiones con el Frente para la Liberación del Pueblo Tigray (TPLF), que rechazó el anuncio y procedió a celebrar comicios en la región de Tigray (norte), en el marco de un repunte de sus diferencias con Abiy desde su acceso al cargo en 2018. Así, posteriormente dijo que no reconocía su autoridad debido a la ausencia de una votación sobre su mandato.
Finalmente, Abiy anunció el 4 de noviembre el inicio de una ofensiva militar en la región, ya concluida, para sacar al TPLF del poder a raíz de un ataque ejecutado por el grupo contra una importante base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un gran número de militares.
ATAQUE ACHACADO AL OLF
Por otra parte, al menos ocho personas murieron en un ataque ejecutado el lunes por el ala militar del OLF en la localidad de Amaro durante una reunión para abordar la reconciliación, según ha recogido el portal etíope de noticias Borkena.
El líder del OLF –una organización considerada como terrorista hasta 2018–, Dawud Isa, regresó en septiembre de 2018 de su exilio junto a varios dirigentes más en el marco del proceso de reconciliación abierto tras la llegada al poder de Abiy en abril de ese año.
El OLF estuvo luchando durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero el pasado agosto anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro. Los oromos son la etnia mayoritaria en Etiopía pero tradicionalmente habían estado marginados del poder.
Esta situación provocó violentas protestas en los años previos a 2018 que dejaron cientos de muertos y que en último término fueron uno de los motivos de la dimisión de Hailemariam Desalegn en febrero de 2018. Abiy es el primer jefe de Gobierno oromo que tiene el país.