Un prometedor probiótico podría ser una forma de reducir los tratamientos antibióticos para el acné
Científicos de la Universidad de Amberes (Bélgica) están investigando un prometedor probiótico para la piel que podría ser una forma de reducir los tratamientos antibióticos para el acné.
El acné en la cara suele tratarse con antibióticos tópicos, que suelen utilizarse durante un largo periodo de tiempo y contribuyen al grave problema de la resistencia a los antibióticos.
Ahora, estos científicos están investigando un enfoque alternativo: utilizar probióticos para alterar el conjunto de bacterias y otros microorganismos que residen en la piel. Aunque el ecosistema microbiano (o «microbioma») de la piel puede perpetuar la inflamación causante del acné, este ecosistema ha resultado difícil de alterar.
En su trabajo, publicado en la revista científica Cell Reports Medicine , han encontrado una forma de alterar el microbioma de la piel y reducir la inflamación mediante el uso de lactobacilos, un amplio grupo de bacterias que normalmente se asocian con el intestino humano y el tracto urogenital más que con la piel. Los investigadores demuestran que cepas especialmente seleccionadas de lactobacilos modifican el microbioma de la piel de forma positiva y reducen las lesiones del acné.
«Los lactobacilos son bacterias seguras y beneficiosas bien documentadas que producen ácido láctico como molécula antimicrobiana de amplia acción que puede inhibir el crecimiento y la actividad de una amplia gama de bacterias competidoras. También suelen reducir la inflamación en diferentes condiciones. Por lo tanto, sospechamos que podrían funcionar para este propósito aunque no sean muy abundantes en la piel», explica la líder del trabajo, Sarah Lebeer.
Lebeer y sus colegas seleccionaron las tres cepas de lactobacilos mediante un cribado genómico y funcional para evaluar su solidez, seguridad e interacciones previstas con el sistema inmunitario. Para que las bacterias fueran adecuadas para su aplicación tópica, desarrollaron una crema con microcápsulas que contenían los microorganismos.
En un estudio piloto y un ensayo aleatorio controlado con placebo, los investigadores pidieron a personas con acné leve o moderado que se aplicaran la crema a diario. La intervención redujo con éxito las lesiones inflamatorias en la piel de los sujetos. También moduló el microbioma cutáneo, en parte reduciendo la abundancia relativa de estafilococos, que son bacterias que se cree que perpetúan el acné.
Incluso después de que los individuos dejaran de aplicarse la crema, la reducción de los síntomas del acné persistió durante varias semanas, lo que lleva a los investigadores a creer que el trío de bacterias actúa, al menos parcialmente, modulando el sistema inmunitario. Lebeer afirma que es necesario investigar más sobre el modo de acción de estas bacterias para el tratamiento del acné.