Un procedimiento quirúrgico puede ayudar a restaurar la función de la mano y el brazo después de un ictus
Un procedimiento quirúrgico, que combina estimulación del nervio vago (VNS) y rehabilitación, una mejora en el deterioro motor de la parte superior del cuerpo, en comparación con la estimulación y rehabilitación simulada, en pacientes que han sufrido un ictus.
Considerado una antena natural del cerebro, el nervio vago se extiende desde el pecho y el abdomen hasta el tronco del encéfalo y regula muchas de las funciones del cuerpo. «Esta es una noticia increíblemente emocionante para todos los involucrados en la rehabilitación del accidente cerebrovascular y la restauración funcional y representa una intersección única entre la neurocirugía y la neurorrehabilitación», han informado los investigadores de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).
Los resultados de este estudio son los primeros de su tipo y abren nuevas posibilidades para los pacientes con accidente cerebrovascular, lo que les permite recuperar una mayor función del brazo incluso años después de haber sufrido un accidente cerebrovascular.
En este ensayo clínico internacional multicéntrico, 53 participantes con debilidad del brazo de moderada a grave de nueve meses a 10 años después del accidente cerebrovascular, recibieron rehabilitación combinada con VNS, y 55 pacientes dentro de los mismos parámetros recibieron una estimulación simulada.
A los que recibieron la estimulación nerviosa se les insertó un cable en el cuello que envolvió el nervio vago. Luego, el cable se conectó a un dispositivo generador de impulsos implantado en el pecho. Los que recibieron la simulación recibieron implantes de placebo.
Después del procedimiento quirúrgico, todos los pacientes recibieron seis semanas de terapia en la clínica, que incluyó tareas como alcanzar y agarrar, simular comer y abrir y cerrar recipientes. Después del período en la clínica, los pacientes continuaron el tratamiento con un curso de terapia domiciliaria diaria.
Cuando se compararon los dos grupos de pacientes, los que recibieron la estimulación nerviosa obtuvieron puntuaciones más altas en varias medidas estandarizadas de la funcionalidad de la parte superior del brazo.
Se cree que el dispositivo funciona activando la liberación de neuromoduladores cerebrales que regulan las respuestas del cuerpo para fortalecer los circuitos motores en el cerebro asociados con el movimiento, lo que permite que el cerebro vuelva a aprender las tareas de manera efectiva. La ENV ya se utiliza ampliamente para el tratamiento de la epilepsia y desempeña un papel cada vez más importante en el tratamiento de la depresión grave.
«Durante demasiado tiempo, los pacientes con accidente cerebrovascular se han enfrentado a opciones limitadas de recuperación. Este nuevo tratamiento significa un gran avance que podría cambiar la vida de muchos pacientes con accidente cerebrovascular y también representa un enfoque que sin duda se explorará para muchas otras aplicaciones de restauración funcional en el futuro», han zanjado los expertos.