Un preso agrede a una funcionaria en la cárcel de A Lama (Pontevedra) al tratar de besarla a la fuerza
MADRID/VIGO, 25
Un preso agredió el pasado viernes a una funcionaria del Centro Penitenciario de A Lama, en Pontevedra, a la que trató de besar a la fuerza e incluso llegó a morder en el labio superior.
Tras el incidente, el reo fue trasladado a la prisión de Teixeiro (A Coruña), según fuentes sindicales consultadas por Europa Press.
El preso ha quedado en aislamiento provisional y el incidente ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía, según añaden otras fuentes penitenciarias, que subrayan que lo ocurrido el viernes quedó registrado en el sistema penitenciario que diferencia entre tres tipos de agresiones: agresión sexual, acoso sexual y exhibicionismo.
En un comunicado, el sindicato Acaip-UGT ha denunciado que el ataque fue protagonizado por un interno con historial conflictivo y ha generado una «profunda indignación», reabriendo el debate sobre las medidas de protección en el entorno penitenciario.
Este sindicato señala que la «agresión sexual» ocurrió cuando la funcionara realizaba labores de vigilancia en la segunda galería de la prisión de A Lama, momento en el que el interno M.B. «la sorprendió en una de las escaleras alegando que debía entregarle un documento».
«Cuando la funcionaria se acercó para leer el papel, el interno la sujetó por el cuello, arrinconándola contra la pared y tratando de besarla a la fuerza», añaden desde este sindicato.
A pesar de la resistencia de la funcionaria, Acaip-UGT lamenta que el agresor «logró introducir su lengua en su boca, mientras presionaba su cuerpo contra el de ella, llegando a morderle el labio superior y produciéndole heridas».
En medio de este acto violento, la trabajadora logró liberarse, pero fue perseguida por el interno, quien continuó acosándola verbalmente, según ha denunciado el sindicato.
Acaip-UGT ha lamentado que lo ocurrido no sea un caso aislado, sino «el reflejo de una problemática más amplia que afecta a las trabajadoras penitenciarias».
«Las agresiones sexuales no solo comprometen la integridad física y emocional de las víctimas, sino que evidencian la falta de mecanismos de protección eficaces en un entorno especialmente peligroso», han denunciado.