Un informe de la ONU sostiene que el desastre de Fukushima no ha incrementado el riesgo de padecer cáncer
El Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) ha sostenido este martes en un informe que el desastre de Fukushima no ha provocado un aumento del riesgo de padecer cáncer entre la población japonesa.
La radiación de la plante nuclear que fue alcanzada por el tsunami que asoló la costa este japonesa el 11 de marzo de 2011 no ha supuesto estadísticamente un aumento de este riesgo «más allá de lo normal», tal y como ha establecido el comité en un informe difundido a pocos días de que se cumpla el décimo aniversario de la catástrofe.
Los científicos han hallado indicios de que el aumento del cáncer de tiroides entre niños en la última década no está vinculado al aumento de la radiación en Fukushima. En otras zonas y países con menor exposición a la radiactividad se ha registrado también un aumento de este tipo de cáncer, según los resultados de las investigaciones.
Si bien se ha tratado de la peor catástrofe nuclear desde el accidente de Chernóbil en 1986 y provocó el desplazamiento de 160.000 residentes a causa del aumento de la radiación, el evento supuso «una catástrofe, pero no una de radiactividad», tal y como insiste el UNSCEAR.
En comparación con Chernóbil, las sustancias radiactivas fueron expulsadas al mar y no al aire, como en Ucrania. Además, los japoneses han consumido un número muy inferior de alimentos contaminados.
No obstante, el comité ha indicado que los hallazgos no implican que no exista un riesgo de padecer cáncer a causa del accidente. Entre las 170 personas que trabajaron en las labores de rescate y se vieron expuestas a altos niveles de radiación se espera que dos de cada tres sufran algún tipo de cáncer.