Un impuesto permanente a la banca puede dificultar la consolidación del sector en España, según Scope Ratings
Hacer permanente y «más estricto» el impuesto temporal a la banca podría «representar una barrera que dificultaría una mayor consolidación en el sector bancario español», puesto que los grupos bancarios diversificados internacionalmente «podrían limitar su exposición a países donde la presión fiscal es mayor».
Así lo sostiene la analista principal de bancos españoles de Scope Ratings, Carola Saldias, en un análisis sobre los resultados de 2023 de las entidades. En este sentido, añade que la banca española «Más pequeña» que se enfrenta al reto de alcanzar una escala crítica para mejorar la eficiencia podrían estar «más abiertos» a una mayor consolidación, «que les permita mejorar su competitividad en términos de precios y costes operativos».
Como contrapunto, la analista cree que la prórroga aprobada a finales de 2023 del impuesto temporal a la banca no va a tener un impacto «material» sobre las cuentas. «De hecho, un impuesto permanente respaldaría nuestra opinión de que los bancos deben considerarse cada vez más como cuasi-utilities , con consideraciones regulatorias y políticas que limitan sus riesgos al alza y a la baja», sostiene Saldias.
Así, Scope Ratins llega a considerar esta situación como «algo positivo» en términos de perfil de riesgo del sector bancario, si bien reconoce que puede limitar el crecimiento y la competitividad de la capacidad del sector de atraer capital a medio plazo.
En cuanto al análisis de los resultados, Scope Ratings resalta que la rentabilidad de la banca española en 2023 se vio impulsada por un margen de intermediación que alcanzó «niveles récord» y espera que en 2024 los desafíos a los que se enfrenta el sector sean «limitados», por lo que los factores que afectan a la rentabilidad «siguen siendo favorables».
En concreto, señala que el rendimiento de capital de los bancos analizados –BBVA, Santander, Caixabank y Sabadell– fue del 13% en 2023, por encima de la media de 2018-2022. «A falta de una previsión completa para 2024, esperamos que la rentabilidad muestre signos de estabilización, aunque con rentabilidades sobre fondos propios (ROE) a nivel de dos dígitos para la mayoría de los bancos», asegura Saldias.
«La revalorización de los activos tras las subidas de los tipos de interés continuó siendo el principal factor de impulso a los ingresos netos por intereses, aunque a un ritmo más lento, ya que se pueden empezar a notar los mayores costes de los depósitos», explica.
EVOLUCIÓN DE LOS DEPÓSITOS
Por otro lado, la firma señala que el flujo de depósitos de los hogares y empresas españolas siguió creciendo en el cuarto trimestre, aunque se ha producido principalmente en los depósitos a plazo lo que eleva el coste a los bancos, restando rentabilidad.
En concreto, Scope Ratings señala que la proporción de depósitos a plazo sobre el total de depósitos ha crecido «significativamente» para todos los bancos y ahora representan entre el 15% y el 35%, frente al rango de entre el 6% y el 25% en 2022.
«Es evidente que la aceleración de la transmisión de los tipos de interés a los depósitos a plazo ha ayudado a estabilizar la base lo que se comprueba con datos recientes: el stock de depósitos de los bancos españoles está volviendo finalmente a los niveles de 2022», ahonda el análisis.
En cuanto a los costes operativos, la firma señala que están «bien contenidos» y los cuatro bancos analizados alcanzaron sus objetivos de eficiencia.
«La mayoría de los bancos aplicaron recientemente medidas de reestructuración que perseguían nuevas mejoras en sus estructuras de costes, que ahora están empezando a dar resultados», comenta Saldias. «Esperamos que esta tendencia siga siendo favorable en 2024, ya que los ingresos siguen permitiendo a los bancos absorber costes ampliamente», apostilla.
En cambio, el coste del riesgo aumentó en el cuarto trimestre en casi todos los bancos, pero se mantuvo por debajo de las previsiones para 2023. Scope Ratings espera que el nivel tienda a acercarse a una media normalizada a lo largo del ciclo y que las previsiones para 2024 se sitúen ligeramente por encima de las de 2023.
En cuanto a los préstamos a hogares en España, la firma espera que se mantengan «estables» al menos durante la primera mitad de 2024. «Los bancos con un mayor componente de préstamos hipotecarios y minoristas deberían experimentar un aumento contenido del coste del riesgo debido al efecto de una menor base de préstamos», explica.
Sobre los préstamos comerciales y a pymes, Scope Ratings cree que deberían empezar a crecer de nuevo, a medida que tanto los tipos de interés como la inflación muestren una tendencia a la baja, sobre todo a partir del segundo trimestre de 2024.