Un estudio revela una posible diana y compuestos para frenar el desarrollo del Alzheimer
Investigadores del Centro de Excelencia en Neurociencia de LSU Health New Orleans (Estados Unidos) y del Instituto Karolinska (Suecia) han descubierto un posible biomarcador para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer que también podría servir como objetivo terapéutico.
Examinando muestras de líquido cefalorraquídeo de pacientes con deterioro cognitivo que va desde el deterioro subjetivo hasta el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, descubrieron un cambio en el perfil de los mediadores lipídicos especializados, que pasan de ser pro-resolutivos a pro-inflamatorios.
Los mediadores lipídicos especializados son compuestos bioactivos formados por ácidos grasos poliinsaturados como el DHA y el EPA. Son moléculas de señalización que regulan una amplia gama de respuestas celulares, como el crecimiento y la muerte de las células, así como la infección y la inflamación. Los mediadores lipídicos especializados tienen propiedades y funciones únicas en la inflamación. Los mediadores lipídicos proinflamatorios promueven la inflamación y los mediadores lipídicos proresolutivos la resuelven.
La enfermedad de Alzheimer (EA) tarda varios años o más en convertirse en demencia, y la neuroinflamación es un factor clave en las primeras etapas. Durante ese tiempo, el deterioro cognitivo subjetivo (DCI) y el deterioro cognitivo leve (DCL) pueden utilizarse como diagnósticos intermedios de gravedad creciente.
La población de este estudio, publicado en la revista científica Springer Cellular and Molecular Neurobiology , estaba formada por 136 participantes: 53 con LME, 43 con DCL y 40 con diagnóstico de enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores evaluaron 22 lípidos en muestras del líquido cefalorraquídeo (LCR) de los participantes, incluyendo mediadores lipídicos pro-resolución, mediadores lipídicos pro-inflamatorios, prostaglandinas, sus precursores de ácidos grasos y derivados intermedios. El neuroprotector D1 (NPD1), descubierto por el laboratorio de Bazán, es uno de los mediadores lipídicos pro-resolución estudiados.
El equipo de investigación descubrió que los niveles de los mediadores lipídicos pro-resolución estaban correlacionados con la gravedad del deterioro de la cognición: cuanto mayor es la gravedad, menores son los niveles de los mediadores lipídicos que resuelven la inflamación. También hallaron una relación entre la gravedad del deterioro cognitivo y los mediadores lipídicos proinflamatorios: cuanto mayor es el grado de deterioro cognitivo, mayores son los niveles de los mediadores lipídicos que promueven la inflamación.
«A partir de estos hallazgos, estamos ampliando nuestro trabajo a objetivos específicos de las células cerebrales, además de las neuronas, los astrocitos y la microglía, así como a nuevas señales protectoras adicionales, lo que nos permitiría explorar la ralentización de la aparición de la EA. Para ello, hemos establecido la genómica 10-x para descifrar no sólo los genes, sino también la epigenómica implicada en los estados tempranos de la enfermedad. Dado que los cambios en el lipidoma del LCR se correlacionaron estrechamente con el estado clínico y radiológico detallado de los pacientes con EA, creemos que los eventos estudiados están revelando nuevos mecanismos esenciales de la salud cerebral. Una singularidad de nuestro enfoque es que hemos descubierto mecanismos y, lo que es más importante, moléculas que se dirigen a esos mecanismos y podrían convertirse en terapéuticas», apunta uno de los responsables del estudio, el doctor Nicolás Bazán.