Un estudio revela que es posible acelerar la recuperación de la lesión muscular en el ámbito fisiológico y clínico
Un estudio ha permitido mejorar la comprensión de la lesión muscular y la ampliación de intervenciones que aceleran su reparación tanto en el ámbito fisiológico y el ámbito clínico en el paciente frágil o con sarcopenia (pérdida de masa y fuerza muscular).
El trabajo, que ha sido publicado en Science y en el que han participado las investigadoras del CIBERFES Esther García Domínguez y María Carmen Gómez Cabrera, en el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, y la Universitat de València (UV), trata de esclarecer los mecanismos por los que se regenera la fibra muscular tras un daño moderado como el inducido por el ejercicio físico.
Así pues, según explica CIBERFES, los mecanismos por los que se repara el músculo ante lesiones musculares muy graves están bastante descritos e implican a un tipo de célula llamada célula satélite muscular.
En este sentido, en lesiones musculares menos severas y mucho más habituales, como las que se producen después del ejercicio y, probablemente también, en las asociadas al propio proceso de envejecimiento muscular, el mecanismo de reparación no estaba bien establecido.
En concreto, el principal hallazgo de este estudio es el descubrimiento de que las células musculares son capaces de regenerarse rápidamente y de forma autónoma y no solo por la intervención de células madre, como se creía hasta ahora.
La investigadora principal de INCLIVA ha sido Mª Carmen Gómez-Cabrera, coordinadora del Grupo de Investigación en Ejercicio, Nutrición y Estilo de Vida Saludable y co-coordinadora del Programa Transversal en Envejecimiento y Enfermedades Asociadas de INCLIVA, catedrática del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UV y miembro de CIBERFES., junto con la investigadora predoctoral Esther García, ha intervenido en el trabajo mediante el diseño y desarrollo de estudios in vivo con ejercicio, tanto en humanos como en ratones, a lo largo de los últimos 18 meses.
«Al contrario e lo que ocurre en otras células de nuestro organismo, nuestros músculos están formados por células que tienen múltiples núcleos. La célula muscular se daña cuando, por ejemplo, sufrimos un traumatismo (un golpe) pero también cuando hacemos ejercicio físico. Ejercicios con un importante componente excéntrico (tipo de contracción en la que el músculo genera tensión, al mismo tiempo que aumenta su longitud), como bajar escaleras, pueden producir un daño muscular. El daño muscular es muy habitual en los deportistas y los mecanismos de reparación tienen mucha importancia en los ámbitos de la medicina deportiva, traumatología y rehabilitación», ha comentado Gómez Cabrera.
En definitiva, los núcleos cercanos a la zona de daño utilizan, tal y como explica CIBERFES, como mecanismo de reparación la liberación de ARN mensajero que es traducido a proteínas. Estas proteínas actúan como bloques de construcción para resolver la lesión muscular y devolver a la fibra su funcionalidad.