Un estudio muestra que los relojes inteligentes pueden ayudar a comprender mejor las enfermedades psiquiátricas
Un estudio dirigido por la Universidad de Yale (Estados Unidos), en el que ha participado la Universidad de Barcelona (UB), ha mostrado que los relojes inteligentes, smartwatches , pueden ayudar a comprender mejor, e incluso predecir, las enfermedades psiquiátricas a través de los datos que recopilan estos dispositivos.
El coautor principal del estudio Mark Gerstein ha destacado que «en la psiquiatría tradicional, un médico evaluará sus síntomas y le diagnosticarán una enfermedad o no». Sin embargo, ha puntualizado que, en este estudio, los investigadores se han centrado en procesar los datos de los dispositivos portátiles «para poder predecir enfermedades de manera más integral y poder relacionarlas mejor con los factores genéticos subyacentes».
Así, para este estudio, publicado en Cell , el equipo investigador ha hecho uso de la información recogida por los relojes inteligentes de 5.000 adolescentes de entre nueve y 14 años en Estados Unidos. Los datos incluían mediciones de frecuencia cardíaca, gasto de calorías, intensidad de actividad física, contaje de pasos y nivel e intensidad del sueño.
Todos estos datos han sido utilizados por los especialistas para entrenar un modelo de inteligencia artificial (IA) que permitiera predecir si los menores tenían alguna enfermedad psiquiátrica y descubrir genes asociados a dichas afecciones.
El investigador Jason Liu, miembro del laboratorio de Gerstein y coautor principal del estudio, ha comentado que «cuando se procesan correctamente, los datos de los relojes inteligentes se pueden utilizar como un fenotipo digital», término que proponen los expertos para describir los rasgos que se pueden medir y rastrear con herramientas digitales como los relojes inteligentes. Este fenotipo digital puede usarse como herramienta de diagnóstico o biomarcador.
La investigación se ha centrado en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y en la ansiedad, de tal forma que el equipo ha encontrado que la frecuencia cardíaca era la medida más importante para predecir el TDAH, mientras que la calidad y el estadio del sueño eran más relevantes para identificar la ansiedad.
Los datos que recopilan los relojes también podrían ayudar a distinguir entre diferentes subtipos de la enfermedad si se continúa investigando. Como ha apuntado Beatrice Borsari, asociada posdoctoral en el laboratorio de Gerstein y coautora principal del estudio, dentro del TDAH existen diferentes formas, por lo que «tal vez podamos ampliar este trabajo para ayudar a distinguir entre las formas de falta de atención e hiperactividad, que normalmente responden a diferentes tratamientos farmacológicos».
IDENTIFICAR FACTORES GENÉTICOS
Una vez conocido que el fenotipo digital podría usarse para predecir enfermedades psiquiátricas, el equipo investigó si también serviría para identificar factores genéticos subyacentes, a través de una serie de herramientas de estadística multivariante que se han desarrollado gracias a la contribución científica de la Universidad de Barcelona.
Sobre este asunto, el profesor de la UB y coautor del estudio, Diego Garrido Martín, ha explicado que «nuestra metodología ha permitido, por primera vez, analizar simultáneamente la relación de la genética con las distintas medidas que proporcionan los relojes inteligentes».
Cuando examinaron si las mutaciones genéticas afectaban a los datos recopilados por el reloj inteligente de manera diferente en individuos sanos que en aquellos con TDAH, identificaron 37 genes relacionados con el TDAH. Pero cuando realizaron un análisis similar para determinar si algunos genes particulares estaban asociados con un diagnóstico de TDAH, no encontraron ninguno. Para el equipo, este descubrimiento resalta el valor añadido de utilizar datos continuos del reloj inteligente.
Con todo, los hallazgos obtenidos destacan el valor de los relojes inteligentes para conseguir una comprensión más profunda de las enfermedades psiquiátricas. Walter Roberts, profesor asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Yale y coautor principal del estudio, asegura que «este método es muy prometedor para abordar desafíos de larga data en psiquiatría y, en última instancia, puede remodelar la manera como entendemos la genética y la estructura de los síntomas de los trastornos psiquiátricos».
Aunque el estudio se centró en el TDAH y la ansiedad, los investigadores esperan que el enfoque pueda tener una aplicación más amplia. Por ejemplo, señalan que puede resultar útil para comprender enfermedades neurológicas o la neurodegeneración. Además, confían en que sus hallazgos sirvan de inspiración para ir más allá de los diagnósticos clínicos tradicionales y adoptar medidas conductuales más cuantitativas que puedan tener mayor utilidad en la identificación de biomarcadores genéticos.