Un estudio muestra que los actos amables pueden reducir la depresión en personas antipáticas
Los actos amables pueden reducir la depresión en personas antipáticas, según un estudio de la Universidad de York (Canadá) en el que han participado más de 640 personas que estaban levemente deprimidas.
Los investigadores pidieron a los participantes, que tenían un promedio de alrededor de 30 años, que realizaran una serie de ejercicios para practicar su compasión a través de Internet. Dos meses después, los participantes antipáticos que realizaban estos actos bondadosos mostraban las mayores reducciones en la depresión y los mayores incrementos en la satisfacción con su vida.
«Todo el mundo necesita gente. Como resultado de su hostilidad y falta de cooperación, los antipáticos corren el riesgo de ser rechazados o marginados. Hay mucho conflicto en sus relaciones, y sufren las consecuencias. Proporcionar sugerencias concretas a esas personas, dándoles formas para expresar preocupación empática en sus relaciones cercanas fue tremendamente útil», explica la autora principal del estudio, Myriam Mongrain, profesora de psicología en la Facultad de Salud de York.
La doctora añade que los hallazgos son «particularmente notables» dado que las intervenciones se administraron a través de Internet y solo requirieron 10-15 minutos cada dos días. «En otras palabras, fue fácil de implementar, podría administrarse en todo el mundo y tuvo profundos efectos para algunas personas», resume.
En otro de los ejercicios, se les pidió a los participantes que pasaran hasta 10 minutos meditando sobre frases como Que seas feliz o Que estés a salvo . Este ejercicio fue beneficioso para los participantes en su conjunto. Sin embargo, cuando se examinaron los efectos de las interacciones con la variable de personalidad antipática, los investigadores descubrieron que este fue más útil entre este subgrupo.
Los responsables del estudio apuntan que los resultados podrían tener «aplicaciones prácticas inmediatas» para los científicos sociales, los investigadores en psicología y los profesionales de la salud. «La aplicación generalizada de las intervenciones de compasión podría contribuir a una sociedad más humana y amable, en particular cuando se dirige a las personas propensas a la hostilidad», avanzan.
«A veces, aquellos que son hostiles dicen que no necesitan gente, pero al final, eso afecta a su estado de ánimo. Este tipo de intervención podría ser un antídoto para aquellos que carecen de compasión», concluye Myriam Mongrain.