Un estudio muestra que la gravedad de la conducta alimentaria está vinculado a un menor cuidado materno
El sentimiento de vacío y la gravedad de los síntomas de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) guardan relación con un menor cuidado materno y una alteración en los vínculos, según ha puesto de manifiesto un estudio liderado por la jefa de la Unidad de TCA del Hospital Clínico San Carlos, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y profesora en la Universidad Complutense de Madrid, Marina Díaz Marsá.
«La gravedad del trastorno de la conducta alimentaria dependerá, en parte, de la calidad del apego que el paciente ha establecido con su figura materna. El tipo de vínculo afectivo, presente sobre todo en la primera infancia, supone un factor determinante en la regulación de las emociones, aspecto que se encuentra alterado en los pacientes que sufren un TCA», ha dicho la experta.
De hecho, prosigue, son numerosos los estudios que indican la existencia de una mayor prevalencia de estilos de apego inseguro en los pacientes que presentan un trastorno de la conducta alimentaria. Los pacientes con este diagnóstico suelen presentar un estado mental más desorganizado en la etapa adulta.
Asimismo, los pacientes que presentan un TCA tiene un rasgo predominante de mayor hipersensibilidad al rechazo, lo que les hace más vulnerables e inestables emocionalmente y, además, muchos de ellos cuentan con antecedentes de acoso escolar o bullying.
«Una de las grandes dificultades que presentan los pacientes con TCA es no saber identificar el porqué de su vacío, el origen. En parte es por esto que los pacientes con un trastorno de la conducta alimentaria tienden a llenar ese sentimiento de vacío con conductas patológicas a través del control o descontrol de la alimentación», ha enfatizado Díaz Marsá.
Por otro lado, el trabajo ha puesto también de manifiesto que la relación entre el número de fármacos ingeridos y la escala del vacío es estadísticamente significativa, dado que a mayor sentimiento de vacío, mayor número de fármacos. Del mismo modo, existe una relación sólida entre el sentimiento de vacío con el número de años de evolución de la enfermedad.
«Hay que entender que la ingesta de alimentos o el control de ella no pueden rellenar o resolver el sentimiento de vacío de estas pacientes. Solamente desde el afecto, desde el sentirse querido y respetado y desde la construcción de un proyecto de vida se puede llenar el sentimiento de vacío asociado a las pacientes con trastorno de la conducta alimentaria», ha zanjado la doctora.