Un estudio explica por qué los bebés con síndrome de Down sufren problemas cardíacos y pulmonares
Un estudio de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud del Royal College of Surgeons de Irlanda ha aportado nuevos conocimientos sobre los cambios en la función cardíaca y la presión arterial en los pulmones de los bebés nacidos con síndrome de Down.
Las afecciones cardíacas y pulmonares son frecuentes en los bebés nacidos con síndrome de Down y pueden contribuir a que los bebés con síndrome de Down necesiten cuidados intensivos y a que los ingresos hospitalarios sean más prolongados en comparación con los bebés sin síndrome de Down.
El estudio, publicado en la revista científica Journal of the American Society of Echocardiography , es el primero de este tipo que realiza un seguimiento de los bebés con síndrome de Down durante los dos primeros años de edad para investigar la función cardíaca y el aumento de la presión sanguínea en los vasos sanguíneos de sus pulmones.
En esta investigación se ha realizado un seguimiento de 70 bebés con síndrome de Down gracias a la colaboración de tres unidades de cuidados intensivos neonatales de Dublín (Irlanda).
Así, los investigadores han evidenciado que los bebés con síndrome de Down sufren cambios en la función cardíaca y en la presión sanguínea de los pulmones a lo largo de los dos primeros años de edad.
Es importante destacar que no hubo diferencias en la función cardíaca entre los bebés con síndrome de Down que padecían una cardiopatía congénita y los que no la padecían durante el periodo de estudio.
Se trata de un hallazgo significativo que indica que todos los bebés con síndrome de Down deberían tener controlada la función cardíaca y la presión arterial en los pulmones durante la infancia.
«Hasta este momento, había una escasez de pruebas para explicar por qué los bebés con síndrome de Down experimentan estos problemas. Los resultados de este estudio nos muestran que los bebés con síndrome de Down experimentan cambios en el funcionamiento del corazón que conducen a un aumento de la presión sanguínea en los pulmones», ha comentado uno de los responsables del estudio, Afif EL-Khuffash.
Aproximadamente la mitad de los bebés nacidos con síndrome de Down padecen también cardiopatías congénitas. En este estudio, 48 bebés con síndrome de Down tenían cardiopatías congénitas y 22 no. Los resultados de los bebés con síndrome de Down se compararon con los de 60 bebés sin síndrome de Down (controles).
Todos los bebés incluidos en el estudio se sometieron a una exploración cardíaca (ecocardiograma) para evaluar la función del corazón a los seis meses, al año y a los dos años de edad.