Un estudio explica por qué la COVID-19 es tan difícil de tratar
Una revisión exhaustiva liderda por Trinity College de Dublín (Irlanda) ha concluido que el virus de la COVID-19, el SARS-CoV-2, tiene un perfil infeccioso único, lo que explica por qué puede ser tan difícil de tratar y por qué algunas personas experimentan el llamado COVID-19 persistente.
Cada vez hay más pruebas de que el virus infecta tanto el tracto respiratorio superior como el inferior, a diferencia de las subespecies de otros coronavirus humanos, que suelen asentarse en el tracto respiratorio superior y causar síntomas similares a los del resfriado, o de los virus «altamente patógenos», como los que causan el SARS y el SDRA, que suelen asentarse en el tracto respiratorio inferior.
Además, los impactos multiorgánicos más frecuentes y los coágulos de sangre, así como una respuesta inmune-inflamatoria inusual que no se asocia comúnmente con otros virus similares, significan que la COVID-19 ha desarrollado un conjunto de características singularmente desafiantes.
Mientras que los modelos animales y experimentales implican que una respuesta inmune-inflamatoria demasiado agresiva es un factor clave, parece que las cosas funcionan de manera diferente en los seres humanos: aunque la inflamación es un factor, es una desregulación única de la respuesta inmune la que hace que nuestros cuerpos manejen mal la manera de combatir el virus.
«A pesar de la atención internacional prestada al virus, apenas estamos empezando a comprender sus complejidades. Basándonos en las crecientes evidencias, proponemos que la COVID-19 se perciba como una nueva entidad con un perfil infeccioso desconocido hasta ahora. Tiene sus propias características y una fisiopatología distinta, y debemos ser conscientes de ello a la hora de tratar a las personas», explica el español Ignacio Martín-Loeches, coautor de la revisión, que se ha publicado en la revista The Lancet .
Para el investigador, en cualquier caso, esto «no significa que se deban abandonar los tratamientos de mejores prácticas existentes que se basan en nuestro conocimiento de otros coronavirus humanos, pero un montaje imparcial y gradual de las piezas clave del rompecabezas de COVID-19 para diferentes cohortes de pacientes (basado en el sexo, la edad, el origen étnico, las comorbilidades preexistentes) es lo que se necesita para modificar las directrices de tratamiento existentes, proporcionando posteriormente la atención más adecuada a los pacientes de COVID-19».
El artículo de revisión ha sido elaborado por el Grupo Europeo de Inmunología de la Sepsis (EGIS), en el que el profesor Martin-Loeches es uno de los miembros financiadores. El EGIS es un grupo multidisciplinar de científicos y médicos con especial interés en las infecciones graves en pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI).