Un estudio español relaciona disfunciones cognitivas y alteraciones cerebrales en COVID persistente
Investigadores de los servicios de Neurología y Radiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid han demostrado que las alteraciones cognitivas que persisten en personas con COVID-19, tras un año desde la infección, están relacionadas con una afectación cerebral estructural y funcional.
El estudio, publicado en la revista científica Brain , es el primero que demuestra la relación existente a largo plazo entre la función cognitiva y las alteraciones cerebrales en personas con COVID-19 persistente.
Otra de las novedades de esta investigación es que se han encontrado alteraciones cerebrales en secuencias más avanzadas del estudio realizado con resonancia magnética, es decir, alteraciones microestructurales más sensibles a posibles daños que pueden pasar inadvertidas en exploraciones radiológicas rutinarias.
Aunque hay estudios que han reportado cambios cerebrales en personas tras las primeras semanas de la enfermedad, existe escasa información acerca de cambios a largo plazo en el síndrome post-COVID-19.
Por ello, el objetivo del estudio era evaluar las alteraciones estructurales y funcionales del cerebro de personas con COVID-19 persistente y determinar si dichas alteraciones estaban relacionadas con disfunciones cognitivas al año del diagnóstico.
Para ello, los investigadores estudiaron a 122 participantes (86 con COVID-19 y 36 en el grupo control) que fueron evaluados mediante un amplio conjunto combinado de pruebas neuropsicológicas y resonancias magnéticas de alto campo.
Así, comprobaron que los análisis de neuroimagen «demostraron la reducción de volumen en algunas regiones del cerebro y de la sustancia gris, alteraciones en la microestructura de la sustancia blanca y la presencia de conectividad reducida en regiones parahipocampales, órbitofrontales y cerebelosas en los pacientes que habían padecido COVID-19 comparados con las personas sanas del grupo control», destaca el neurólogo del Hospital Clínico San Carlos y uno de los autores del estudio, Jordi Matías-Guiu Antem.
FALTA DE ATENCIÓN Y LENTITUD EN PROCESAR LA INFORMACIÓN
Los investigadores confirmaron que las alteraciones cerebrales presentes en personas con COVID-19 de larga duración y los cambios en el volumen de la sustancia gris, sobre todo en la zona parahipocampal y en la sustancia blanca, estaban asociadas con disfunciones cognitivas como falta de atención y lentitud en la velocidad de procesamiento de la información. También observaron que estas alteraciones fueron más acusadas en pacientes previamente hospitalizados.
En opinión de los investigadores, «los resultados muestran que las dificultades cognitivas referidas por los pacientes con COVID-19 persistente, un año después de la infección aguda, guardan relación con cambios cerebrales en la sustancia gris y blanca asociados a alteraciones de conectividad funcional, involucrando estructuras tanto corticales como subcorticales», explica el radiólogo del Hospital Clínico San Carlos, Miguel Yus.
Los autores concluyen que «estos hallazgos aportan nuevos datos para entender la alteraciones cognitivas que refieren y se observan en algunos pacientes, sobre todo jóvenes, después de haber padecido COVID-19-19», añade el neurólogo Matias-Guiu Antem.
Los déficit o alteraciones cognitivas en el síndrome post-COVID-19 tienen gran prevalencia y son uno de los síntomas más relevantes en esta enfermedad, también conocida como COVID-19 persistente, que consiste en la persistencia de varios síntomas durante meses tras padecer la infección aguda por SARS-CoV-2 y ha sido reconocida entre los síntomas post-COVID-19 más frecuentes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a la fatiga y la dificultad respiratoria.