Un estudio demuestra la eficacia de combinar inmunoterapia y quimioterapia en un tipo de cáncer de mama triple negativo
Administrar en primera línea pembrolizumab, un tipo de inmunoterapia, a la quimioterapia antes de la cirugía, incrementa significativamente las posibilidades de que el tumor no vuelva a aparecer en pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico con expresión del marcador PDL1.
Así lo demuestra un estudio liderado por el director del programa de cáncer de mama del Hospital Ruber Internacional, Javier Cortés, y que ha sido publicado en la revista New England Journal of Medicine . «Estos resultados podrían significar un aumento en las curaciones de esta pacientes», ha dicho el doctor.
En este estudio en fase III han participado 124 centros de 21 países y compara la quimioterapia con o sin pembrolizumab antes de la cirugía y su mantenimiento posterior como adyuvante después del tratamiento para reducir el riesgo de recaída.
De las 602 participantes, un 64,8 por ciento de las que recibieron el tratamiento con el fármaco mostraron respuesta patológica completa y después de más de un año de seguimiento, 15,5 meses de media, el grupo de pacientes que recibieron de pembrolizumab presentaron menores recaídas frente al grupo de placebo.
A este respecto, Cortés ha asegurado que se está ante un nuevo tratamiento estándar para un número significativo de pacientes, especialmente mujeres jóvenes con tumores grandes y/o ganglios afectados.
El cáncer de mama triple negativo suele asociarse con recurrencia temprana y una tasa de mortalidad elevada y lo más habitual es valorar que las pacientes reciban quimioterapia neoadyuvante, antes de la cirugía. Este abordaje hace que sea más fácil la operación, reduce el tumor y muchas veces puede conservarse la mama.
Asimismo, aquellas pacientes que presentan una eliminación competa de la enfermedad en el momento de la cirugía tienen una tasa de curaciones muy elevada. «Lo que hace poco tiempo era una opción terapéutica, hoy puede considerarse la práctica más conveniente. La posibilidad de variar el tratamiento posterior a la cirugía dependiendo de la respuesta a los tratamientos neoadyuvantes, puede ayudar a controlar mejor la enfermedad. Creo que todos aquellos tratamientos que aumentan las posibilidades de conseguir una respuesta completa patológica deberían ser ofrecidos a nuestras pacientes», ha zanjado el doctor.