Un estudio de la UJI relaciona una mejor condición física a una buena salud mental entre estudiantes de la ESO
Un estudio realizado en la Universitat Jaume I, en Castellón, por Carlos Bou Sospedra, ha puesto de manifiesto que la condición física está directamente relacionada con la salud mental en el estudiantado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
En la última década, los estudios científicos han identificado una reducción del bienestar psicológico entre la población adolescente y el aumento de los casos de ansiedad, depresión, trastornos alimenticios y autolesiones. De hecho, gran parte de los diagnósticos de depresión se produce durante esta etapa y entre el 60-75 por ciento de los casos diagnosticados en la edad adulta derivan de un trastorno de años atrás.
La depresión se presenta a menudo con manifestaciones de falta de energía y aumento del sedentarismo, lo que lleva a una disminución del nivel de condición física. Por ello, la condición física puede considerarse como indicador de salud física y mental en la adolescencia, debido tanto a mecanismos biológicos (mejor estado antiinflamatorio, crecimiento neuronal o mejora de la neuro-plasticidad) como psicosociales (mayor aceptación social o creación de vínculos sociales).
La investigación ha analizado la relación entre la condición física (integrada por la resistencia cardiorrespiratoria, la capacidad musculoesquelética y la capacidad motora), y la salud mental. Entre sus conclusiones destaca la relación entre menores niveles de condición física y mayores niveles de riesgo de depresión, y que una mejor condición física parece estar relacionada con mayores niveles de autoestima en adolescentes.
El análisis de los datos obtenidos de los participantes del estudio no ha mostrado relación de la fuerza muscular del tren inferior con el riesgo de depresión y el nivel de autoestima. Sin embargo, sí que ha revelado que la autoestima podría desempeñar un papel mediador en la asociación entre la condición física y el riesgo de depresión en adolescentes, especialmente en las jóvenes. Esto indica que el riesgo de depresión en la adolescencia podría minimizarse a través de un aumento de la autoestima, que a su vez podría lograrse mejorando la condición física de este grupo de población.