Un estudio de FACME advierte de la brecha de género existente en los puestos de liderazgo de la Medicina española
Solo el 23 por ciento de los presidentes de las sociedades científicos miembros de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), el 26 por ciento de los directores de departamento en las Facultades de Medicina y el 27 por ciento de los decanos son mujeres, según Mujeres en Medicina en España ( WOMEDS ), un estudio pionero en España que contiene datos de 2019- 2021 y cuyo objetivo es identificar brechas de género dentro de la profesión médica.
En concreto se han analizado posiciones de liderazgo correspondientes a cuatro ámbitos: asistencia sanitaria, participación en organizaciones profesionales (sociedades científicas, congresos médicos, colegios profesionales), posiciones académicas e investigación.
Tal y como ha detallado la catedrática en Economía de la Salud, Beatriz González-Valcárcel, en junio de 2021, el 61 por ciento de los médicos que trabajaban en centros sanitarios públicos en España eran mujeres y, de las 12 CCAA que proporcionaron información sobre puestos de liderazgo entre 2019 y 2021 para el estudio, se observó un bajo porcentaje de mujeres jefas de servicio, que oscila entre el 20,3 por ciento de Andalucía y el 46,7 por ciento de Navarra.
Respecto a jefas de sección, de nuevo se ven cifras con margen de mejora y gran variación según CCAA, que se sitúan entre el 24,8 por ciento de Aragón y el 53,2 por ciento de Navarra. Solo 7 CCAA proporcionaron los datos desagregados por especialidad, siendo de nuevo la norma la escasa representación femenina.
ORGANIZACIONES PROFESIONALES
Respecto a las sociedades científicas, solo 3 tuvieron una presidenta durante todo el periodo 2019 y 2021, la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN) y la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQC-ML); 8 sociedades tuvieron tanto presidentas como presidentes, mientras que el resto tuvieron a un hombre como presidente durante todo el periodo.
En cuanto a su presencia como ponentes en congresos médicos nacionales organizados por sociedades científicas, destaca que solo en tres (la Sociedad Española de Medicina Nuclear, la Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española de Dermatología y Venereología) la ratio fue superior a 1 en este periodo. «Llama mucho la atención la infrarrepresentación femenina en los Congresos», insiste González-Valcárcel.
En las juntas directivas de los colegios oficiales de médicos, el porcentaje de mujeres oscila entre el 11 por ciento de Burgos y el 64,3 por ciento de Cantabria. Solo siete de los 61 colegios de médicos de España tuvieron una presidenta durante todo el periodo 2019-2021, frente al cargo de vicesecretaria, que fue ocupado por mujeres en el 38,6 por ciento.
En el caso de las academias de medicina, el porcentaje oscila entre el 0 por ciento de Salamanca, Sevilla, Asturias, Galicia y Valladolid y el 50 por ciento de Cataluña siendo el cargo más frecuente el de secretaria general (23,1%).
CARGOS ACADÉMICOS EN LAS FACULTADES DE MEDICINA
Por su parte, Carmen Gallardo, vicepresidenta de la Conferencia de decanos, ha expuesto los datos sobre los cargos académicos en las facultades de medicina. En este sentido, ha aclarado que en España hay en la actualidad 46 Facultades de Medicina, si bien los datos recogidos son de 2021, cuando eran 44. Se consiguió recoger información de 39 de ellas en el estudio, que pusieron encima de la mesa que, de los 13.567 docentes de dichos centros, el 45 por ciento eran mujeres.
Asimismo, Gallardo ha advertido de que solo hay un 28 por ciento de mujeres catedráticas en estas facultades. «Si hablamos de catedráticos vinculados, esto es, los catedráticos que tienen también plaza en hospitales, solo un 10 por ciento son mujeres y, conforme la escala de profesorado es menor, esta cifra se iguala, de tal manera que el porcentaje de mujeres es similar al de los hombres en la figura de docentes temporales», ha puesto de manifiesto.
Asimismo, el porcentaje de docentes mujeres médicos que dirigen tesis doctorales (38%) es claramente inferior al de hombres; de igual forma que el porcentaje femenino para directoras de departamento y decanas fue del 26 y 27 por ciento respectivamente en el curso académico 2020-2021.
MENOS PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
En el ámbito de la investigación, el estudio pone de manifiesto que las mujeres solicitaron menos proyectos que los hombres en 2020. El 45 por ciento de los proyectos presentados fueron liderados por mujeres, pero la brecha fue especialmente notable en algunas modalidades como la investigación clínica independiente, en la que solo el 22 por ciento de las solicitudes fueron lideradas por una mujer. También llama la atención que la financiación media de los proyectos concedidos a mujeres fue un 24,3 por ciento inferior a la de los hombres.
Tal y como ha expresado la vocal de FACME, Cristina Avendaño, en 2021, alrededor del 50 por ciento de los 4.377 miembros de los grupos de investigación integrados en los Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER) españoles eran mujeres, pero estas solo ocupaban el 26 por ciento de los cargos de jefes de grupo. También en 2021, de los 32 Institutos de Investigación Sanitaria (IIS) acreditados, solo 3 de los 22 directores científicos médicos eran mujeres, lo que supone el 13,6 por ciento.
Asimismo, las mujeres que solicitaron y recibieron las ayudas del programa de intensificación de la actividad de investigadora, que facilita la dedicación a esta actividad por parte de los médicos asistenciales, fueron alrededor del 30 por ciento en los años 2019 y 2020 y del 40 por ciento en 2021.
«La conclusión es que somos muy buenas para trabajar, pero no nos dejan liderar», ha sentenciado la presidenta de FACME, Pilar Garrido. «Este trabajo es pionero y todas estamos orgullosas porque muestra la visión 360 de la medicina. Es importante cuantificar, visibilizar e impulsar políticas que ayuden a poner más mujeres en posiciones de liderazgo porque no nos podemos permitir perder talento», ha defendido la presidenta de FACME, para añadir que «es importante que las mujeres jóvenes tengan modelos en que mirarse».