Un estudio apunta que los payasos médicos no son solo un entretenimiento, sino que también ayudan a los pacientes
Los payasos médicos no sólo ayudan a los pacientes, sino también a los padres, al equipo médico y a la consecución de los objetivos terapéuticos, según ha demostrado un estudio realizado por investigadores de la la Universidad de Tel Aviv y el Centro Israelí de Simulación Médica.
Esta investigación, publicado en la revista científica Qualitative Health Research , probó y clasificó las habilidades de los payasos médicos y descubrió que su importancia va mucho más allá de crear buen humor a los pacientes.
Los investigadores identificaron 40 habilidades diferentes de los payasos médicos, entre ellas establecer una conexión emocional y crear una relación personal con el paciente, expresar la voz del paciente sobre sus frustraciones y dificultades al personal médico, aumentar la motivación del paciente para adherirse al tratamiento médico, distraer al paciente del dolor y crear una atmósfera de juegos y diversión. Los resultados subrayan que la importancia de los payasos va mucho más allá de «proporcionar buen humor» a los pacientes.
Los investigadores demuestran que los payasos médicos no sólo ayudan a los pacientes y sus familiares, sino también al equipo médico y a la consecución de los objetivos del tratamiento.
Mediante el uso de diferentes habilidades comunicativas, los payasos facilitan que el paciente coopere con uno u otro tratamiento. Los payasos médicos trabajan en equipo con otros terapeutas y saben cómo intervenir y ayudar cuando surge una discusión o crisis, y ayudar a superarla y avanzar en el tratamiento.
Estudios anteriores demostraron que los payasos médicos son profesionales formados cuyo objetivo es cambiar el ambiente hospitalario a través del humor. Los estudios realizados a lo largo de los años han demostrado la influencia positiva de los payasos en éste y a la hora de ayudar a los pacientes a afrontar el dolor.
Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio ha trazado empíricamente las habilidades que utilizan y sus objetivos terapéuticos para ayudar a comprender su «magia secreta». Además, faltaba una comprensión amplia de cómo los payasos pueden ayudar a los niños, adolescentes y a sus padres en diversas situaciones de angustia y dificultad, así como de cómo pueden ayudar a los pacientes y a los equipos médicos a alcanzar los objetivos del tratamiento.
Como parte del nuevo estudio, el equipo de investigadores se centró en la identificación sistemática cualitativa y en profundidad de las habilidades de los payasos médicos mediante la observación y el análisis de sus acciones en encuentros desafiantes con adolescentes, padres y personal médico.
El equipo analizó sesiones grabadas en vídeo de payasos médicos en diversas situaciones simuladas y realizó entrevistas en profundidad con payasos médicos expertos.
Los investigadores identificaron cuarenta habilidades diferentes utilizadas por los payasos médicos para alcanzar cuatro objetivos terapéuticos: establecer una relación y conectar con las necesidades y deseos de los pacientes; tratar las emociones y dificultades; aumentar la motivación del paciente para cumplir el plan de tratamiento; y aumentar la sensación de control del paciente y darle ánimos.
Los payasos examinados en el estudio fueron formados y contratados por el «Dream Doctors Project», una asociación sin ánimo de lucro que emplea a payasos médicos como parte del sistema paramédico de los hospitales israelíes y los forma para trabajar en equipos multidisciplinares.
Los investigadores subrayan que los payasos son muy conscientes de la dificultad emocional asociada a la estancia en un hospital y a enfrentarse a una enfermedad. Para hacer frente a estos problemas, los payasos a veces distraen al paciente utilizando accesorios, humor e imaginación.
Otras habilidades incluyen que los payasos permitan al paciente dirigir sus frustraciones hacia ellos, lejos del personal médico o los padres. Dependiendo de la situación, los payasos también pueden utilizar una caricia reconfortante, música relajante, escucha empática o una declaración de refuerzo para proporcionar un entorno en el que el paciente se sienta cómodo para expresar sus sentimientos. La capacidad del paciente para legitimarse es importante y se ve reforzada por los payasos.