Un estudio apunta que «es poco probable» que el colesterol o las estatinas aumenten el riesgo de demencia
Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Oslo (Noruega) ha concluido que «es poco probable» que el colesterol o las estatinas aumenten el riesgo de demencia.
Muchos pacientes dejan de tomar la medicación para el colesterol alto porque temen que pueda tener efectos secundarios negativos. Pero la asociación observada entre el riesgo de demencia y el colesterol alto, puede ser causada por su estilo de vida.
La mayoría de los fármacos para reducir el colesterol con receta se denominan estatinas. Pero no todos estos pacientes toman realmente sus medicamentos.
«Muchos temen los efectos secundarios porque leen informes en los medios de comunicación que les dan miedo. A algunos les preocupa cómo afectarán los medicamentos a su salud mental si los toman durante un largo periodo de tiempo. Otros creen que las estatinas son la causa del dolor muscular y de los problemas para dormir. Estos síntomas pueden deberse a los efectos secundarios, pero también es probable que estos pacientes estén en una edad en la que es más probable que surjan problemas de salud de este tipo en cualquier caso», ha comentado Kjetil Retterstol, líder del estudio, que se ha publicado en la revista científica JAMA Network Open .
Un importante estudio británico en el que participaron 1,8 millones de personas concluyó que un nivel elevado de colesterol parecía estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar demencia. El estudio se publicó en la revista Lancet Healthy Longevity en 2021.
En este nuevo trabajo, Retterstol y sus colegas llegaron a una conclusión diferente a la de los científicos británicos. En su opinión, ni el colesterol en sí mismo ni las estatinas pueden explicar un mayor riesgo de desarrollar demencia. La verdadera razón puede ser que los hábitos de vida conducen a un colesterol alto.
Su investigación consistió en un estudio más exhaustivo de la salud de las personas con colesterol alto hereditario. El colesterol alto de estos pacientes no está causado por su estilo de vida y, en general, no comen de forma poco saludable. En cambio, su colesterol alto es genético. Los científicos también tuvieron en cuenta si los participantes en el estudio tomaban una dosis alta o baja de estatinas.
Los investigadores examinaron los datos relativos a más de 3.500 personas con colesterol alto hereditario y averiguar a cuántas de ellas se les diagnosticó demencia. Hicieron un seguimiento de este grupo durante más de 10 años, pero no encontraron un mayor riesgo de demencia en comparación con su grupo de control de casi 70.000 personas. Tampoco encontraron diferencias entre los que tomaban una dosis alta o baja de estatinas.
Al colesterol alto se le suele llamar asesino silencioso porque no se manifiesta con síntomas. Retterstol señala que el problema de tomar estatinas es que el paciente no notará ninguna mejora física. Del mismo modo, no notan ninguna diferencia si dejan de tomar el medicamento.
Pero la ausencia del medicamento significa que los procesos nocivos pueden continuar de forma inadvertida en el organismo y que la placa de colesterol se acumula en las arterias, lo que puede provocar un infarto o un derrame cerebral.
«Un tercio de la población muere de trastornos cardiovasculares y es especialmente triste cuando los afectados son los jóvenes. Si decide posponer la toma de estatinas, el beneficio será menor cuando empiece a tomarlas. Nadie quiere tomar pastillas, pero hacerlo es una inversión en su buena salud futura», explica el profesor.