Un estudio analiza cómo afectan las fake news a la tasa de vacunación contra la COVID-19
Jiebo Luo, profesor del Departamento de Informática de la Universidad de Rochester (Estados Unidos), ha dirigido un estudio para examinar la escala y el alcance de la influencia de la desinformación sobre las vacunas contra la COVID-19 en las redes sociales sobre la aceptación de la vacuna.
En su trabajo, publicado en la revista científica Health Data Science , el equipo comenzó con cuatro millones de publicaciones en Twitter desde el 19 de abril hasta el 30 de junio de 2021. Esta fecha de inicio se fijó porque el presidente estadounidense, Joe Biden, había adelantado al 19 de abril el objetivo de elegibilidad de la vacuna COVID-19 para todos los adultos estadounidenses.
Los métodos de procesamiento de datos arrojaron 456.061 tuits relacionados con hechos y 26.998 tuits relacionados con noticias falsas que indicaban noticias falsas, teorías conspirativas, contenido poco fiable o noticias muy sesgadas.
Hasta 10.925 usuarios de Twitter se asociaron a noticias falsas, mientras que 159.283 se vincularon a noticias basadas en hechos. Los autores también extrajeron las cifras de vacunación a nivel estatal del CDC COVID Data Tracker.
«Aunque parezca contrario a la intuición, el porcentaje de usuarios relacionados con información contrastada está significativamente asociado de forma negativa con la tasa de vacunación. Una combinación de una mayor influencia a nivel de usuario y el impacto negativo del respaldo social on line sobre la intención de vacunación puede explicar esta paradoja», comenta Luo.
Sin embargo, no se encuentra una correlación significativa entre el porcentaje de usuarios relacionados con las noticias falsas y la tasa de vacunación. Los investigadores también controlaron los perfiles de los usuarios y descubrieron que la raza negra o afroamericana u otras etnias, la población activa y la renta per cápita se asociaban negativamente con la aceptación de la vacuna. Por su parte, el sexo, los hispanos o latinos y el recuento diario de nuevos casos y muertes no eran factores que se asociaran.
Además, se encontraron capitales sociales distintos entre los usuarios de Twitter que publicaban sólo noticias falsas y los que compartían sólo tuits basados en hechos. Los usuarios que sólo publicaban noticias basadas en hechos tenían más probabilidades de ser cuentas verificadas y de tener una influencia on line más significativa.
Tenían más seguidores, amigos, estatus y tenían más favoritos. En comparación, los usuarios exclusivos de noticias falsas eran sólo una quinceava parte de los usuarios orientados a los hechos con opiniones más homogéneas.
«Los estudios anteriores basados en encuestas no reproducían el entorno de una red social en el mundo real», explica Luo. La observación pasiva de los datos de las redes sociales permitió comprender mejor la relación entre las noticias relacionadas con las vacunas y las tasas de vacunación.