Un especialista señala el método con láser holmio como alternativa a la cirugía abierta de próstata
El urólogo del Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz, el doctor Adengozar, ha destacado que el método con láser holmio supone una mejor alternativa a la cirugía abierta a la hora de intervenir patologías como la adenoma de próstata, cuyos síntomas son dificultad y dolor al orinar o sensación de vaciado incompleto, que son consecuencia de una estrechez en la uretra producido por el agrandamiento de esta glándula que se encuentra debajo de la vejiga.
«Gracias a la energía láser se hace una incisión en el adenoma de próstata, extirpándolo en su totalidad para su posterior fragmentación y extracción completa», ha destacado Abengozar en un comunicado de Quirónsalud.
Hasta ahora, se debía recurrir a la cirugía abierta o endoscópica según el tamaño prostático y la experiencia quirúrgica del cirujano, reservando la abierta para las próstatas de gran volumen, que además es el método «más invasivo», pues se extrae forma manual la totalidad del adenoma prostático a través de una incisión abdominal por debajo del ombligo, con largas estancias hospitalarias y posoperatorios más complejos.
El Hospital Quirónsalud Clideba ha incorporado esta técnica como alternativa a la cirugía abierta al estar considerado como un «método eficaz» que iguala las ventajas de esta sin necesidad de incisiones superficiales, lo que evita cualquier complicación y dolor postoperatorio.
Además, la precisión del corte del láser holmio permite la coagulación de los vasos sangrantes, disminuyendo el sangrado durante la operación.
«La intervención se realiza accediendo a la próstata a través de la uretra para ir seccionando el adenoma de próstata con la fibra láser. Una vez seccionado el adenoma de forma completa o en dos lóbulos se procede a su extracción mediante una técnica de morcelación, que consiste en utilizar un instrumento que permite succionar y triturar el tejido prostático, que es extraído para su posterior análisis patológico», ha detallado Abengozar.
Cabe destacar que el paciente puede ser dado de alta en las 24 o 48 horas siguientes a la operación, aunque se debe mantener una sonda vesical durante tres días.
Aunque sí pueden aparecer complicaciones posoperatorias, como el sangrado y la perforación de la cápsula prostática, se solucionan «manteniendo el sondaje vesical durante más tiempo y lavando la vejiga con suero fisiológico», tal y como ha recordado el doctor.
Aparte de esta técnica, existen otras para tratar próstatas de menor tamaño, como la resección prostática con energía bipolar o la fotovaporización con láser verde, siendo este último un procedimiento «mínimamente invasivo» y cuyo objetivo es eliminar el tejido prostático obstructivo mediante su vaporación con energía laser.
Esta opción tampoco produce sangrado, por lo que se trata de una alternativa «idónea» para varones con una próstata de tamaño moderado que tengan elevado riesgo de sangrado o que no puedan suspender tratamientos anticoagulantes.
La intervención se realiza bajo anestesia intradural y suele durar entre 30 y 90 minutos, con resultados «inmediatos» para el paciente, que experimentará un «alivio significativo» de lo síntomas obstructivos.
«Está recomendado para próstatas menores de 80 centímetros cúbicos de volumen y es un método muy seguro, con buenos resultados funcionales y una baja tasa de complicaciones», ha apuntado Abengozar, quien ha resaltado que tras la fotovaporización con láser verde «la estancia hospitalaria y el sondaje vesical no llega a las 24 horas».