Un escáner anual de baja radiación permite detectar el cáncer de pulmón en el estadio I en el 85% de los casos
Un TAC (escáner) anual de baja radiación permite detectar el cáncer de pulmón en el estadio I en el 85 por ciento de los casos, lo que evitaría la aplicación de radioterapia y quimioterapia, según el estudio International Early Lung Cancer Action Program (I-ELCAP en inglés).
Se trata de una técnica que se realizaría a personas con riesgo de desarrollar la enfermedad, como es el caso de fumadores y exfumadores que hayan fumado durante varias décadas, personas con enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), y afectados por enfisema pulmonar a partir de los 45 años.
El pulmón no presenta nervios sensitivos, por lo que un cáncer en este órgano no presenta síntomas hasta que no alcanza los estadios más avanzados. Por ello, de forma habitual, el 85 por ciento de estos cánceres se detectan en los estadios tres o cuatro de la enfermedad, cuando ya afecta a un bronquio y aparece algún sangrado, llega a la costilla y provoca dolor.
Este tema se ha tratado en la jornada divulgativa Encuentros con la Salud de Bilbao, concretamente en la ponencia llamada Cáncer de pulmón y tabaco: programa de detección precoz , impartida por el director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y partícipe en el estudio, Javier Zulueta Francés.
«Un control anual a las personas en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, al igual que sucede con las mamografía, permite salvar vidas», señala Zulueta. Es por ello que incide en la importancia de este TAC en personas de alto riesgo de padecer cáncer de pulmón. «El tabaco es el factor más importante y, no solo eso, es el causante de la enfermedad. Si a esa situación se suman otros condicionantes como la EPOC o un enfisema pulmonar, el riesgo de cáncer es más elevado aún», afirma Zulueta.
El cáncer de pulmón ocasiona más de 300.000 muertes al año en Europa y más de dos millones en todo el mundo. Se clasifica en cuatro estadios diferentes según su expansión. En el estadio uno, la enfermedad tiene una extensión de menos de tres centímetros, que se localiza en exclusiva en el pulmón. Cuando el tamaño aumenta y afecta a los ganglios linfáticos, se alcanza el estadio dos y, posteriormente, el tres.
Por último, se alcanza el cuarto estadio cuando aparece metástasis en otros órganos. «Durante la primera fase, el cáncer se cura con cirugía; en el estadio dos, todavía se puede revertir, pero las probabilidades son menores y, en los dos últimos, las opciones de curación completa son prácticamente nulas», indica Zulueta.