Un 33% de los accidentes mortales de 2023 fueron en empresas sin evaluación de riesgos laborales, según CCOO
Comisiones Obreras (CCOO) ha denunciado que un 33% de los accidentes de trabajo mortales en jornada en 2023 se produjeron en empresas donde no existía evaluación de riesgos laborales, un porcentaje que asciende al 36% en el caso de los accidentes laborales con baja en jornada, lo que indica la «falta de evaluación de riesgos en la empresa».
Así lo ha trasladado el secretario confederal de Salud Laboral y sostenibilidad Medioambiental de CCOO, Mariano Sanz, en la presentación de un estudio de Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de 2023 , donde ha recordado que la evaluación de riesgos en la empresa es una obligación desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1996.
«Consideramos que una de las causas fundamentales de esta situación es que el 72,8% de las empresas encuestadas por la Encuesta Nacional de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral del Instituto Nacional de Seguridad y de Salud Laboral dice que las empresas tienen externalizados los servicios de prevención de riesgos laborales», ha expuesto Sanz.
En general, en 2023 se han producido casi 1,2 millones de accidentes de trabajo (AATT), donde los accidentes con baja supusieron 590.293, un 1,1% menos que el año anterior, una situación que obedece a la enorme disminución de la notificación en las actividades sanitarias y de servicios sociales tras la pandemia del Covid-19.
«Si descontáramos los casos de Covid-19, la comparativa entre 2022 y 2023, nos encontraríamos con un aumento de los AATT con baja tanto en términos absolutos como en índices de incidencia», ha expuesto.
INFRADECLARACIÓN DE ENFERMEDADES LABORALES, SOBRE TODO CON CÁNCERES
Durante la presentación del estudio, que ha contado con la participación de la secretaría adjunta de Salud de CCOO, Carmen Mancheño, también se ha advertido de la infradeclaración de todas las enfermedades de origen laboral que existe en España, una situación que es aún mayor en el caso del cáncer ocupacional.
Así, según se desprende del informe, en valores absolutos se han comunicado 94 partes de cáncer laboral como enfermedad profesional en 2023 –ninguno a través del sistema Panotratss–, sólo 27 de ellos con baja, cuando se estiman unos más de 14.000 nuevos casos anuales de cáncer laboral en España y más de 6.000 muertes por este motivo en el país.
«No es un problema solo de nuestro país, es un problema de Europa. [En] los últimos datos comparables, del año 2016, vimos que, mientras que en Alemania ese mismo año se declararon 6.559 casos de cáncer, en España fueron 23. Aunque estamos igual de mal que el resto de los países, estamos aún peor, mejor dicho», ha recalcado Mancheño.
Al respecto, Sanz ha indicado que Comisiones Obreras (CCOO) quiere que el Gobierno establezca un registro de todas aquellas personas que están expuestas a agentes cancerígenos para facilitar establecer una relación causa-efecto, que es «determinante» para el reconocimiento de las enfermedades profesionales.
Del informe también se desprende que en 2023 solo se comunicaron 144 partes por desórdenes mentales, lo que unido al hecho de que el cuadro de enfermedades profesionales no incluye ninguna patología relacionada con los riesgos psicosociales indica que, en la práctica, los daños a la salud mental no se registran como contingencia profesional en España, según CCOO.
LOS ACCIDENTES DE TRABAJO DE PRODUCEN MÁS EN HOMBRES
Por otro lado, en el estudio se ha puesto de manifiesto que los accidentes de trabajo (AATT) tienen un marcado perfil masculino, ya que en el 71% de los casos los sufren los hombres y llega a ser el 94% en el caso de las accidentes mortales.
De igual manera, la actividades con mayores niveles de siniestralidad están altamente masculinizadas, aunque hay cuatro secciones de actividad en las que hay una mayor incidencia femenina: actividades financieras y de seguros, actividades sanitarias y de servicios sociales, educación y actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales.
Asimismo, los accidentes de trabajo con baja in itinere muestran un perfil fundamentalmente femenino, ya que el 54% de ellos corresponde a mujeres, un fenómeno que se repite desde 2009.
MAYOR SINIESTRALIDAD EN FIJOS DISCONTINUOS Y TEMPORALES
Por otro lado, desde CCOO han avisado del repunte de siniestralidad en el caso de los trabajadores con contratos fijos discontinuos, una modalidad que ha pasado a ser la que registra una incidencia más alta, con un repunte del 34% en el último año.
Asimismo, los contratos temporales en su conjunto siguen teniendo una incidencia superior a los indefinidos, pero en 2023 la diferencia es sólo del 20% frente al 73% que mostraban en 2021.
También se observan grandes diferencias en los niveles de siniestralidad en función de la nacionalidad de la persona accidentada, donde las personas procedentes de Guinea Bissau, Ecuador y Marruecos son las que cuentan con un índice de siniestralidad más elevado, llegando casi a duplicar la incidencia media.
De igual manera, los accidentes también aumentan en función de los colectivos asociados a menores ingresos y cualificación profesional, llegando a multiplicarse por 486 la incidencia entre los profesionales de apoyo en finanzas y matemáticas (41) y los peones de las industrias manufactureras (16.565).
Por territorios, destaca la incidencia de accidentes temporales con baja en jornada de Islas Baleares y Navarra, mientras que Cataluña y Madrid registran los valores más bajos de la serie, que desde el sindicato han apuntado que se puede deber a que «no se hace una buena gestión de los partes de accidentes de trabajo».
LA PRÓXIMA MESA SOBRE PREVENCIÓN, AÚN SIN FECHA
Preguntado por la próxima mesa de diálogo junto al Gobierno y la patronal para avanzar en la prevención de riesgos laborales, Sanz ha recalcado que desde el sindicato mantienen la esperanza de seguir avanzando sobre la cuestión y que no se retrase la próxima reunión debido a la convocatoria de campañas electorales en País Vasco y Cataluña.
No obstante, ha indicado que parece que no hay «mucha celeridad» para convocar una nueva reunión, que llegaría después del primer encuentro mantenido el pasado 12 de febrero con el Ministerio de Trabajo y la patronal.
«Tenemos la esperanza de que, al final, cerremos la posibilidad de desarrollar una mesa de diálogo social con contenidos», ha afirmado Sanz, que ha asegurado que el pasado encuentro se cerró con un intercambios de papeles «insuficientes».
«Levamos siete años esperando que se abra una mesa para poder abordar estos temas. La esperanza nosotros no la vamos a perder. Esperemos que haya el margen de maniobra suficiente como para aprobar normativas que en algunos casos van a requerir de mayorías parlamentarias», ha zanjado.