UGT pide adelantar 30 minutos el horario de apertura y cierre del centro comercial Valle Real
La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT ha solicitado, con las firmas de apoyo de más de 300 trabajadores, que el centro comercial de Valle Real adelante 30 minutos su horario de apertura y cierre para fijarlo de 9.30 a 21.30 horas (el actual es de 10 a 22 horas) y así facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.
El sindicato, que ya ha trasladado su petición con las firmas que lo respaldan a la gerencia del centro comercial de Maliaño, recuerda en nota de prensa que el cierre decretado por Sanidad en el inicio de la pandemia a las 21 horas «ya demostró que no supuso disminución alguna de la facturación de los negocios y sí ayudó a la siempre difícil conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores y trabajadoras, y más, en un sector como el del comercio».
A su juicio, esta modificación horaria «no perjudica» a las empresas instaladas en Valle Real, donde la afluencia de clientes a última hora «es mínima» y, sin embargo, supone una «considerable mejora» en la conciliación de la vida laboral y familiar».
Para UGT, «es de justicia adoptar un medida como la que se ha planteado a Valle Real porque no limita el negocio empresarial y compensa a unos profesionales que ya de por sí tienen que trabajar muchos domingos y días festivos al año y que muchas veces no pueden disfrutar ni siquiera de puentes festivos con sus familias como la gran mayoría de los trabajadores».
Según el sindicato, la medida propuesta a Valle Real «es sólo una mínima compensación para los trabajadores de un sector que sigue sufriendo 10 aperturas de los establecimientos en domingos y festivos al año porque así lo quiere el Gobierno de Cantabria e intereses empresariales muy concretos, no el interés general del comercio».
En este sentido, reitera su rechazo a estas aperturas comerciales en domingos y festivos y apuesta por «ir reduciéndolas de manera progresiva junto con las asociadas a las desproporcionadas zonas de gran afluencia turística, que agravan el problema y hacen casi imposible la tan deseada conciliación de la vida laboral y familiar de más de 36.000 trabajadores del sector comercial de Cantabria».