UGT no firmará el preacuerdo del convenio colectivo de Iberdrola al considerarlo «lesivo» y «un paso atrás»
La Federación de Industria, Construcción y Agro (Fica) de UGT no firmará el preacuerdo del VIII convenio colectivo del Grupo Iberdrola, por considerarlo «lesivo con relación a las condiciones laborales actuales y un paso atrás en los derechos salariales de los trabajadores» de la compañía.
En un comunicado, el sindicato rechaza, entre otros aspectos, que a los trabajadores de nuevo ingreso se les quiera aplicar una doble escala salarial «que les va a suponer una pérdida en sus salarios del 10% con relación a los actuales niveles retributivos».
La federación de UGT considera «incompresible» que una compañía como Iberdrola, que a pesar de la pandemia ha tenido un resultado positivo en sus cuentas anuales y que va a ser considerada por el Gobierno de la como empresa «tractora», beneficiándose de las ayudas económicas para la Reconstrucción de nuestra economía y la Transformación Energética, «adopte una política dura y regresiva con sus trabajadores, al tiempo que mantiene intactas las retribuciones a su alta dirección y a los accionistas, sin entrar en consideración de sus cuantías».
Asimismo, denuncia que la posición mantenida por la representación de la empresa a lo largo de la negociación ha puesto de manifiesto «su intención de aumentar sus beneficios a costa de los trabajadores actuales y de los que en un futuro se incorporen a la empresa».
UGT lamenta que la dirección de Iberdrola «haya echado mano del argumentario tradicional del mal gestor al afirmar falsamente que los trabajadores del sector energético y, concretamente, los de Iberdrola, son unos privilegiados por sus salarios y sus condiciones laborales».
LE PIDE QUE RECONSIDERE SU POSICIÓN.
UGT Fica, que señala ser la fuerza sindical mayoritaria en el grupo, espera así que con la negativa a firmar el convenio en las actuales condiciones, la dirección de la compañía «reconsidere su posición y se siente de nuevo en la mesa de negociación con voluntad de llegar a un acuerdo digno para todas las partes».
A finales del pasado mes de noviembre, la eléctrica alcanzó un preacuerdo con el resto de fuerzas sindicales para abordar un ajuste de algunas condiciones laborales, eliminando así la supresión de hasta unos 1.500 empleos mediante prejubilaciones planteada inicialmente.