La rectora de la UC inaugura la XL edición de Cursos de Verano en Laredo
«La IA nos exige redefinir nuestros marcos éticos para que el futuro de la Ciencia sea más humano que nunca», defiende Javier García Martínez
La iglesia de Santa María de la Asunción de Laredo ha vuelto a ser escenario del acto inaugural de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), que por primera vez ha inaugurado la rectora, Conchi López.
En su XL edición, ofrecerán más de un centenar de cursos y actividades culturales repartidas por 16 sedes con el fin de acercar la cultura, el conocimiento y las nuevas ideas a vecinos y visitantes.
La conferencia inaugural de este año, titulada Cuando las máquinas hacen ciencia , ha corrido a cargo del catedrático de Química Inorgánica y director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante (UA), Javier García Martínez.
En la misma, ha defendido que la inteligencia artificial tiene un enorme potencial transformador, pero «debemos garantizar que su desarrollo y aplicación estén guiados por principios de equidad, inclusión y sostenibilidad». Y también, «asegurarnos de que nadie quede fuera de esta revolución» para que el acceso al conocimiento y a las herramientas tecnológicas no se convierta en una brecha social, sino en una oportunidad al servicio del bien común.
«Precisamente para eso nacieron los Cursos de Verano de la UC: para abrir espacios de diálogo sobre los grandes retos de nuestro tiempo, para hacer que el conocimiento salga de las aulas y se encuentre con la sociedad», ha recordado por su parte la rectora, que ha estado acompañada por el consejero de Universidades, Sergio Silva, la vicerrectora de Cultura y Transferencia a la Sociedad, Rebeca Saavedra, la directora de Área de Cursos de Verano, Rosa Martín, y el alcalde de Laredo, Miguel González.
Asimismo han acudido la presidenta del Parlamento de Cantabria, María José González, y la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, así como representantes de las corporaciones de Laredo, Colindres, Piélagos y Santander, entre otros.
Silva ha valorado que «tener una universidad» como la UC «es un regalo para nuestra comunidad» y por ello el Gobierno regional «debe ser capaz de darla un marco estable jurídico y financiero».
Por su parte, la directora de Área de Cursos de Verano ha hecho balance de la edición anterior, donde las valoraciones sobre la calidad de los cursos reflejaron «una alta satisfacción entre los participantes», y ha reafirmado el «compromiso» del nuevo equipo de Cursos de Verano «con la apertura y la inclusión», promoviendo una oferta formativa accesible a toda la ciudadanía.
Asimismo, aspira a consolidar estos cursos como un referente formativo, fomentando la participación de estudiantes procedentes de otras comunidades autónomas e incluso del ámbito internacional, según Martín.
Mientras, el alcalde de Laredo ha agradecido la presencia de la UC y García Martinez en la villa «para compartir con nosotros esa mirada profunda que convierte a la ciencia en una herramienta de progreso para entender y transformar nuestra realidad».
LA REVOLUCIÓN DE LA IA
«La inteligencia artificial (IA) no solo acelera la innovación: también nos exige redefinir nuestros marcos éticos, regulatorios y educativos para que el futuro de la ciencia sea más humano que nunca», ha defendido Javier García Martínez durante su conferencia.
En su opinión, la inteligencia artificial está redefiniendo lo que significa hacer ciencia y planteando interrogantes esenciales sobre el lugar que ocupa el ser humano en la producción de conocimiento. «Esta revolución tecnológica también nos interpela éticamente», ha afirmado.
El catedrático que ha participado en iniciativas como la Declaración de Estocolmo, firmada recientemente en el Museo Nobel, que llama a repensar la ciencia como bien público para el bien común, está lejos de ver la tecnología como enemiga.
«Las máquinas siempre han sido parte esencial del quehacer científico, pero hoy, gracias a la inteligencia artificial, están dejando de ser meros instrumentos para convertirse en agentes activos del descubrimiento. La capacidad de ciertos sistemas de IA para generar hipótesis, diseñar experimentos y extraer conclusiones originales marca un cambio de paradigma: ya no hablamos solo de asistencia automatizada, sino de un nuevo modelo epistemológico», ha advertido.



