Ucrania.- Kiev y Moscú apelan a la ayuda internacional tras los últimos ataques en la central de Zaporiyia
Las autoridades de Ucrania y de Rusia han apelado a la ayuda de otros gobiernos para frenar la escalada de ataques en torno a la central nuclear de Zaporiyia, de la que ambos gobiernos se culpan mutuamente, ante el temor de que la situación desencadene un desastre atómico.
«No hay país en el mundo que se pueda sentir seguro si un Estado terrorista bombardea una planta nuclear», ha dicho el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que ha recordado que, «si sucede algo irreparable», la radiación se extenderá por toda Europa. Por ello, ha pedido una respuesta «ahora» por parte de la comunidad internacional.
El director de la firma ucraniana Energoatom, Petro Kotin, también ha expresado este lunes su temor «a que la situación se salga de control y sea como en Fukushima o Chernóbil», en alusión a los dos desastres nucleares de la historia, según la agencia de noticias UNIAN.
En este sentido, ha advertido que la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, permanece conectada al sistema eléctrico por una única línea, lo cual es «peligroso» ya que, si se corta del sistema definitivamente, las instalaciones quedarían expuestas.
Por su parte, el responsable de la comisión para los Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, Dimitri Lubinets, ha pedido a Naciones Unidas y al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que pongan en marcha una misión de seguridad en la zona.
Lubinets ha enviado una misiva a ambos organismos en la que señala que la futura misión debería desmilitarizar la central y brindar garantías de seguridad a los empleados de la planta y vecinos de las localidades cercanas.
Moscú, por otra parte, culpa a Kiev de la escalada. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha emplazado a los países «con influencia absoluta» sobre las autoridades ucranianas a que intercedan para poner fin a los ataques, según la agencia Sputnik.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido de que un ataque a la central nuclear de Zaporiyia sería algo «suicida», por lo que ha instado a las partes a cesar los ataques.