Turquía se acerca a los 4.000 muertos y hace obligatorio el uso de mascarillas en una decena de provincias
El Gobierno asegura que el coronavirus se encuentra «bajo control» en el país
Las autoridades de Turquía han anunciado este jueves la imposición del uso de mascarillas en lugares públicos en una decena de provincias de todo el país, que ha registrado 3.952 fallecidos a causa del coronavirus.
La práctica, que será «particularmente importante» en mercados, centros comerciales, peluquerías y el transporte público, es ahora obligatoria en las provincias de Adiyaman, Afyonkarahisar, Aydin, Balikesir, Bartin, Denizli, Duzce, Kastamonu, Mugla, y Usak.
A estas se suman Gaziantep, Esmirna y Adana, donde la población no podrá transitar calles ni lugares públicos si no hacen uso de las mascarillas, según informaciones de la agencia de noticias Anatolia.
El país ha constatado por el momento 134.114 infectados, si bien la mayoría de los pacientes –101.715– han logrado recuperarse. Tal y como ha asegurado el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca, el coronavirus se encuentra «bajo control» en el país.
«Hemos mantenido una cifra estable de recuperados desde la quinta semana de la pandemia. Bajo las condiciones actuales, el brote se encuentra bajo control», ha matizado Koca, que ha indicado que en las últimas 24 horas se han registrado otros 1.639 casos y 58 decesos nuevos.
Las autoridades sanitarias han realizado 33.332 test en la última jornada, por lo que la cifra total de personas sometidas a estas pruebas supera los 1,4 millones. Actualmente hay 998 pacientes en cuidados intensivos y otros 535 intubados, según Koca.
En este sentido, ha destacado la importancia de mantener las medidas de seguridad y el distanciamiento social.
Por otra parte, el Gobierno turco, que espera reanudar las actividades turísticas a finales de mayo, ha anunciado que los turistas que lleguen al país serán sometidos a pruebas de coronavirus.
«Tras la celebración del Eid al Fitr tenemos la intención de realizar test a todos los que entren en el país desde el extranjero, para garantizar que están controlados», ha afirmado Koca.