TURISMO.-El sector turístico da la Semana Santa por perdida y reclama ayudas ante una situación agónica que se alarga dos años
Las pernoctaciones hoteleras registraron el pasado año un desplome histórico del 73,3%
MADRID, 5
El sector turístico español tiembla ante la posibilidad de perder otra Semana Santa y todos los indicadores avanzan en esa dirección. El pasado año la llegada del coronavirus paralizó el país durante meses y parece que esta Semana Santa tampoco será diferente, lo que puede ser la puntilla para un sector que ya estima unas pérdidas de miles de millones para este año y el cierre de miles de negocios.
El Gobierno ya ha advertido de que «es difícil que pueda haber una movilidad normalizada durante ese periodo» y que tras meses en pandemia, las previsiones les hacen ser «extraordinariamente prudentes» respecto a la posibilidad de recuperar cierta normalidad dentro de apenas mes y medio.
A pesar ello la ministra de Turismo, Reyes Maroto, se ha mostrado esperanzada en que la Semana Santa pueda ser el reinicio de los viajes nacionales y en verano lo hagan los internacionales «siempre y cuando se den las condiciones sanitarias».
Pero el presidente de los inmunológos españoles Marcos López lo tiene claro: la pandemia «va a durar», por lo que pide a la población «olvidarse de celebrar la Semana Santa» un año más. En su opinión y en la de muchos expertos sanitarios, «nos tenemos que adaptar» a que la Covid se prolongue en el tiempo y «tenemos que cambiar nuestro chip de vida».
LAS EMPRESAS SUFREN DE NUEVO.
La anulación de las celebraciones de Semana Santa, unas de las más arraigadas en nuestro país, supone que el turismo se resienta de nuevo, puesto que las restricciones de movilidad, unidas a la anulación de fiestas y eventos, dejaría de nuevo los hoteles vacíos.
Las reservas para viajar en Semana Santa de este año han caído en picado, con una tasa que apenas alcanza el 2% de media, y la mayoría de los que se deciden a viajar están pensando en hacerlo a partir de mayo, según muestran los datos de la plataforma B2B de transacciones TravelgateX, que sitúa a Andalucía y Canarias a la cabeza de las regiones más reservadas.
En este contexto, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) ha solicitado al Gobierno una «rebaja sustancial» de las condiciones mínimas para poder optar al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas o que, alternativamente, se cree un nuevo instrumento de ayuda a las pymes del sector hotelero. Además, piden que se prorroguen los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de fuerza mayor durante todo 2021.
Y eso tras un año crítico para el sector en el que las pernoctaciones en establecimientos hoteleros se han hundido un 73,3%, hasta 91,6 millones debido a que el sector perdió casi 65 millones de visitantes foráneos el pasado año. España recibió en 2020 un total de 18,96 millones de viajeros extranjeros, un 77% menos, y el gasto se hundió hasta los 19.739 millones de euros
Según la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), la contribución del turismo a la economía española se ha reducido al 4,3%, desde el 12,4% anterior y una Semana Santa con los establecimientos paralizados podría ser el cierre para miles de empresas del sector.
Las restricciones de movilidad han paralizado la actividad turística española casi al completo situándola en niveles de 1995. Además, los empresarios no confían en recuperar una actividad de forma medianamente normalizada hasta la segunda mitad de 2022.
Las estimaciones para el cierre de 2021 anticipan que el PIB turístico español (actividad directa e indirecta) puede alcanzar niveles de actividad de 96.369 millones de euros, es decir, 48.000 millones por encima de los registrados en 2020, si bien un 37,6% aún por debajo de los 154.487 millones de euros de actividad turística de 2019, antes de la pandemia.
ANULAR LA SEMANA SANTA
Ciudades como Sevilla, Cádiz, Córdoba y Granada ya hayan anunciado la suspensión de sus actos de celebración de Semana Santa ante la persistencia de la gravedad de la pandemia y la recomendación de no concentrar grandes grupos de personas. No obstante, se estudiarán otras alternativas litúrgicas para conmemorar la semana de pasión.
Cantabria lanzó esta semana un mensaje optimista sobre la posibilidad de recibir en su comunidad a visitantes de otras regiones en Semana Santa en el caso de la que la vacunación alcance al menos al 15% de la población. Pero el lehendakari, Iñigo Urkullu, rebajó los ánimos del presidente cántabro y asegura que se le hace «muy prematuro pensar en nada que pueda favorecer la movilidad indiscriminada».
Castilla y León tampoco cree que en Semana Santa se puedan levantar las restricciones de movilidad en esas fechas. De hecho, aprobó recientemente ampliar el confinamiento perimetral de la comunidad hasta el final del actual estado de alarma, o sea hasta el 9 de mayo.
La previsión turística para Santiago de Compostela es también pesimista para este primer semestre a pesar del Xacobeo, aunque confían en recuperar cierta normalidad a partir del verano.
Desde Navarra la fiesta internacional de los San Fermines que agrupa a miles de turistas nacionales y extranjeros también se da por perdida con unas pérdidas económicas que podrían rondar los 150 millones de euros.
Más a corto plazo, los Carnavales en las Islas Canarias, de los más famosos del mundo, tras los de Río de Janeiro también tendrán que ser retransmitidos por streaming, al igual que las Fallas que se han suspendido dejando en el aire unos 700 millones de euros, y la famosa Feria de Abril de la que presume Sevilla que dejaba en la ciudad 900 millones de euros.
En Madrid la cita más importante para el turismo español Fitur también ha tenido que mover su fecha tradicional de finales de enero a la semana del 19 al 23 de mayo. De momento, la convocatoria sigue en pie.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha avisado de que hasta que no esté el 70% de la población vacunada, hecho que se espera alcanzar en verano, no se van a poder relajar las medidas implantadas para contener la transmisión del coronavirus. Entonces quizás volverán las fiestas a las calles españolas y los turistas a llenar los hoteles.