Trump califica el caso contra Le Pen de «caza de brujas» y pide su «liberación»
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado este jueves de «caza de brujas» el caso de la ultraderechista francesa Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional (RN), después de que un tribunal de París le inhabilitara cinco años por malversación, en relación al desvío de fondos europeos para pagar a trabajadores de su partido, lo que a priori le impedirá presentarse a las presidenciales de 2027.
«La caza de brujas contra Marine Le Pen es otro ejemplo de cómo los izquierdistas europeos utilizan la instrumentalización de la Justicia ( lawfare ) para silenciar la libertad de expresión y censurar a sus oponentes políticos, esta vez llegando incluso a encarcelarlos», ha declarado el mandatario estadounidense a través de su perfil en la red social Truth Social.
El inquilino de la Casa Blanca ha sostenido que «es el mismo libro de jugadas que utilizaron en su contra un grupo de lunáticos y perdedores», que se «pasaron los últimos nueve años sin pensar en otra cosa, aunque «fracasaron porque el pueblo de EEUU se dio cuenta de que solo eran abogados y políticos corruptos».
«No conozco a Marine Le Pen, pero aprecio lo duro que ha trabajado durante tantos años. Sufrió reveses, pero siguió adelante, y ahora, justo antes de lo que sería una gran victoria, la pillan por un cargo menor del que probablemente no sabía nada. Todo esto es tan malo para Francia, y el gran pueblo francés, no importa de qué lado estén. ¡Liberen a Marine Le Pen!», ha expresado.
Le Pen ha sido condenada este lunes a cuatro años de prisión, dos de ellos en firme y a cumplir bajo libertad vigilada, a pagar una multa de 100.000 euros, y a cinco años de inhabilitación por liderar una trama con la que se desvió 2,9 millones de fondos europeos para pagar a trabajadores de su partido haciéndoles pasar por asistentes de los eurodiputados de Agrupación Nacional entre 2004 y 2016.
La propia Le Pen, que acusó a la Justicia gala de «lanzar una bomba nuclear» con su fallo, aseguró que «utilizará todos los medios a su disposición para que los franceses puedan votar libremente a sus futuros líderes», subrayando que «la justicia y la verdad deben prevalecer». Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió la «independencia» del sistema judicial del país.