Tragsa se muestra cauta con los fondos europeos porque «conviene aprender del pasado para no repertirlo»
El presidente de Tragsa, Jesús Casas, se ha mostrado cauto con la llegada de los fondos europeos porque, en su opinión, «conviene aprender del pasado para no repetirlo», al tiempo que ha señalado que la empresa debe ser capaz de ejecutar las demandas que le lleguen sin que ello suponga crecer en estructura.
«Los fondos europeos nos producen preocupación porque no queremos crecer como empresa, después del ruido viene la furia y evidentemente ahora tendremos una época de mucha actividad, pero probablemente después decaigamos. Si queremos mantener una empresa lo más homogénea posible debemos ser capaces de ejecutar las demandas que nos vengan en el ámbito de Next Generation sin que eso implique crecer en estructura», ha señalado Casas en el coloquio organizado por Executive Forum.
En este sentido, el presidente de Tragsa ha subrayado que «conviene aprender del pasado para no repetirlo» y ha recordado que la empresa vivió unos años de expansión entre 2010 y 2012 como consecuencia del denominado Plan E, a los que siguieron posteriormente años de retroceso.
«No aspiramos a gestinar los fondos europeos, pero algo nos va a suponer, primero apoyo técnico y luego en una segunda fase, obra. Lo que no quiero es repetir la aventura y para el año 2025-2027, servidor o el que esté se encuentre con una situación en la empresa como la que ya se vivió a mediados de la década pasada», ha señalado.
Así, ha subrayado que el objetivo de la empresa es dar respuesta a las demandas de las administraciones, sin que ello suponga «colapsar el sistema para que cuando llegue la furia no tengamos gasolina para alimentar el depósito porque el coche sea demasiado grande».
En otro momento de su intervención, en la que ha reconocido que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acometió la empresa a finales de 2015 por circunstacias coyunturales «probablemente no fue necesario», Casas ha resaltado que Tragsa cuenta con una cartera consolidada, sin marcarse como reto la expansión, con un plan estratégico que recoge una línea de equilibrio entre 800 y 900 millones de euros y que ha superado los 1.000 millones en 2020 como consecuencia del Covid-19.
«La inyección económica de los fondos europeos nos situará en ese nivel, pero esta no es una empresa de expansión, no aspiramos a tener más presencia ni a ocupar más espacio», ha asegurado Casas.
Durante su interevnción, el presidente de Tragsa ha precisado además que la compañía es un medio propio instrumental con carácter de empresa y que las administraciones públicas son libres para acudir a un contrato público externo o gestionarlo internamente. «No somos limitaciones de la competencia porque no estamos en el mercado, los precios los deciden las administraciones», ha señalado.
«No licitamos, no tenemos cuota de mercado, no competimos con nadie, tabajamos con las tarifas fijadas», ha insistido el presidente de Tragsa, quien ha dejado claro además que las tarifas se ajustan todos los años en función del mercado y de los costes reales de la compañía.